Gabriela Rodríguez ve en la medalla de plata del Campeonato Mundial una consolidación a su trabajo de cuatro años, donde tuvo que tomar una decisión importante en su carrera deportiva, dejar de entrenar con su papá y prepararse con el italiano Pietro Genga, quien le cambió su técnica completamente y le dio más bases para ser competitiva.
La tiradora deportiva ahora se enfoca en el Campeonato Mundial que se realizará el siguiente año en Qatar, evento que dará la primera cuota olímpica y para conseguirla deberá ahora ser campeona del mundo.
¿Cuál es tu sentir de que finalmente se logra una medalla mundial?
"La verdad me siento muy contenta y muy orgullosa, en general el 2025 fue un muy bueno para mí. Es un año donde se empezó a reflejar lo que venía haciendo con mi entrenador en los últimos cuatro años, donde me mantuve muy constante, todas las competencias de Copas del Mundo a las que fui tuve un resultado consistente donde llegué a las finales y que mejor que en la última competencia del año me haya convertido en subcampeona del mundo, así que me siento muy orgullosa".
¿Cuál fue la clave para lograr este resultado?
"Ya tengo 12 años de carrera deportiva, pero entrenando con mi coach actual, que es el italiano Pietro Genga, tengo cuatro años y creo que a partir de que empecé ese nuevo proceso hizo toda la diferencia del mundo, ya que comencé a mejorar y despegar, por lo que este trabajo ya empieza a dar frutos, por lo que me emociona muchísimo y me motiva, además aumenta todas mis expectativas de todo lo que puedo lograr de aquí a 2028; sin embargo, también se que eso no garantiza que vayas a ganar las siguientes competencias ya que en cada una debes empezar desde cero y seguir entrenando como si nada hubieras ganado, así que no se debe bajar la guardia y relajarte".
¿Por qué buscar ayuda de un entrenador extranjero?
"Me cambió mi técnica completamente, la realidad es que desafortunadamente en México el tiro deportivo es un deporte poco común, sobre todo el tiro con escopeta, y no tenemos entrenadores capacitados que te puedan llevar a un nivel competitivo y con los estándares internacionales. Mi entrenador por muchos años fue mi papá, lo quiero mucho y le agradezco todo, pero la verdad sus conocimientos eran limitados, por lo tanto, tuve que tomar esta decisión para poder dar ese brinco y empezar a entrenar con alguien que fuera verdaderamente profesional, que se tuviera el nivel que se necesitaba. No tenía una técnica estructurada, sino que una variedad de cosas de lo que mi papá me había enseñado, ya que tampoco él tuvo entrenador".
¿Qué sigue para ti ahora?
"Ahorita ya suelto la escopeta un buen rato, voy a descansar por completo, por lo que en enero vuelvo a retomar el camino y espero competir de nuevo en febrero, en un Grand Prix en Catar, país donde también el próximo año, em noviembre, se hará el Campeonato Mundial y habrá una cuota olímpica, entonces me interesa conocer mucho esas canchas. Para ganar el pase a Los Ángeles 2028 debes ganar oro y sí estará muy peleado".
Después de ganar la medalla mundial, ¿ahora se puede soñar con un podio olímpico?
"Todo atleta que va a Juegos Olímpicos sueña con el podio, no vas a no ganar, vas con la esperanza y la motivación de dar lo mejor de ti. Al final soy muy consciente que al final el resultado no esta del todo en el control de los atletas, nosotros hacemos todo lo que esta de nuestra parte, trabajamos, y al final hay otros tantos competidores que sueñan con lo mismo".
¿Cómo te sientes de ser candidata al Premio Nacional de Deportes?
"Sí me están postulando, mi federación me contactó para este premio. Hemos tenido muy buenos resultados los atletas este año, no sé si sea viable que yo lo gané, pero hay que intentarlo".
RGS