El 2 de junio de 1921 en Nueva Jersey el campeón de los pesos completos Jack Dempsey se enfrentó al francés Georges Carpentier en lo que fue denominada como la primera pelea “Pelea del Siglo”.
La pelea levantó una gran expectativa. A pesar de ser local y de estar buscando la tercera defensa de su título, Depmsey era el antihéroe de la historia pues no solo se había negado a hacer su servicio militar, también se divorció de su primera esposa.
La emoción de la pelea fue tan grande que el promotor de Dempsey, Tex Rickard, pidió prestados 250 mil dólares para construir una arena al aire libre, proyectada para 80 mil fanáticos, esa noche se dieron cita 90 mil y fue la primera en la historia en recaudar un millón de dólares.
La noche de la pelea, Dempsey pesó 9 kilos más que el francés y desde que sonó la campana, se lanzó a la caza de su retador. Tras cuatro rounds Carpentier visitó la lona y aunque se incorporó para seguir con el duelo, aunque un par de segundos después – gracias a una combinación nutrida del estadounidense – terminó.
Además de la marca que instauró la pelea en taquilla, esta velada destacó por ser la primera que permitió la entrada a mujeres, que asistieron en grandes cantidades gracias a la publicidad previa al duelo, pues en la prensa se le calificó como héroe de guerra francés, apuesto y con estilo.
Nacimiento de la WBA
Esa noche en Nueva Jersey también marcó el nacimiento del primer organismo internacional, la Asociación Nacional de Boxeo, que en 1962 se convertiría en la Asociación Mundial de Boxeo.
“Fue, sin duda, un paso firme en la evolución de este deporte que, a partir de ese momento, se modernizó para convertirse en una de las disciplinas más relevantes. Para nosotros, como familia Mendoza, es una alegría muy grande formar parte de la historia de este organismo que prioriza a la persona sobre el deportista”, dijo en entrevista para La Afición, Gilberto Mendoza, actual titular del Organismo.
Gilbertico, quien relevó a su padre en el cargo explicó que su objetivo principal está enfocado en seguir proporcionando al boxeo y al boxeador el espacio para desarrollarse y obtener las mejores posibilidades disponibles, aunque él mantiene la idea de en algún momento lograr la unidad de los organismos reinantes en uno solo.