El próximo enfrentamiento entre Las Vegas Raiders y Denver Broncos en el Thursday Night Football será uno donde ambos equipos pondrán a prueba su capacidad de adaptación. El equipo Silver and Black tiene la necesidad de reestructurar su ataque aéreo ante una secundaria de Colorado que ha estado a la altura de las circunstancias.
Los Broncos llegan a Mile High con la moral en alto gracias a una racha de seis victorias, mientras que los Raiders buscan poner fin a sus recientes tropiezos y revertir la tendencia de haber sido barridos por Denver en los juegos de 2024, luego de ganarles en ocho partidos consecutivos, todos desde la mudanza de Oakland a Las Vegas.
Ajustes necesarios por aire
El canje de Jakobi Meyers ha forzado al coordinador ofensivo de los Raiders, Chip Kelly, a adoptar una filosofía de ataque más distribuida. Kelly cree que la producción de pases debe provenir de múltiples jugadores y no de un único receptor principal. Aunque Tre Tucker lidera en yardas por recepción (427) y anotaciones aéreas (4), la ofensiva ahora centrará su atención en un trío de receptores complementarios.
El experimentado Tyler Lockett, con una carrera notable de 8 mil 664 yardas y 61 touchdowns, asume un rol de mayor responsabilidad y espera mejoría respecto a la poca actividad que tuvo en Tennessee Titans antes de su liberación solicitada, con apenas 10 recepciones y 70 yardas.
Además de Tucker y Lockett, se espera que los novatos Jack Bech y Dont’e Thornton Jr. capitalicen la inconsistencia en su tiempo de juego durante la primera mitad de la temporada. A pesar de que la producción combinada de Bech y Thornton es modesta, con 12 recepciones para 167 yardas, su eficiencia se destaca por un promedio superior a las 10 yardas por recepción.
Kelly ha restado importancia a las etiquetas jerárquicas de receptor principal, señalando que la meta del staff de coacheo es identificar a "todo aquel que atrape el balón y corra muy rápido con él en dirección a la zona de anotación", como dijo en conferencia de prensa.
Las válvulas de escape
La verdadera amenaza aérea de los Raiders podría residir en su dupla de alas cerradas. Brock Bowers sigue como la figura prominente en el esquema de pases, tras su actuación de 127 yardas y tres touchdowns en el último partido ante Jacksonville Jaguars. Bowers ostenta una racha activa de 22 juegos con múltiples recepciones, un récord de inicio de carrera para alas cerradas en la historia de la NFL, además de promediar 2.2 yardas por ruta, la segunda mejor marca en su posición desde el inicio de su temporada de novato (entre aquellos con al menos 200 rutas).
Junto a Bowers, Michael Mayer jugará un papel equitativo, habiendo empatado su máximo de temporada con siete objetivos contra Jacksonville. Kelly considera que tener “dos alas cerradas número uno en Mike y Brock” es una ventaja estratégica que les permite flexibilidad. La manera en que se desplieguen y utilicen tácticamente variará de acuerdo con el rival y del plan de juego, lo que les brinda una ventaja contra defensivas como la de Denver, que ha tenido dificultades contra los alas cerradas.
RGS