Cultura

Trabajar de oquis

SEMÁFORO

Acabo de subir un dato y un par de líneas para un artículo de Wikipedia. Nada espectacular: faltaba una fuente para validar una afirmación y yo estaba seguro de haber leído justo lo que el artículo requería. Dar con el dato resultó mucho más difícil de lo que supuse y me llevó varias horas de rastreo, lectura, enmienda de memoria. Al fin, el artículo quedó un poco mejor y, yo, contento.

Viéndolo bien, es raro que alguien quede contento de poner su tiempo, estudio, esfuerzo para algo que no deja ni dinero, ni reconocimiento. Se supone que la gente se quema las pestañas estudiando para ganarse la vida y construir un prestigio. En este caso era una referencia dentro de un artículo bastante amplio que, seguramente, está hecho por varios colaboradores. Ninguno obtuvo beneficio alguno.

Hace unos años, Wikipedia era motivo de burla: citarla era quemarse, parecer perezoso y falto de seriedad (eso que líquidamente llaman “nivel”). Hoy, además de ser muy confiable y con los estándares de los proyectos más presumidos de la historia, se ha convertido en algo mayor y mejor de lo que ningún otro proyecto enciclopedista hubiera podido imaginar.

Y en un lapso muy breve: inició en 2001. Para darnos una idea, 14 años son 5 mil 110 días. Wikipedia en español tiene un millón 217 mil 510 artículos; o sea: un piquito más de 238 artículos por cada día; casi 10 por hora —en una distribución simple aritmética, porque en realidad el inicio fue mucho más lento y la producción crece continuamente. Y la versión en español ocupa el décimo lugar, después del inglés, sueco, alemán, neerlandés, francés, cebuano (¡cebuano!), ruso, samareño (¡bolas! otra lengua de las Filipinas, que cuenta apenas con 2.5 millones de hablantes) y el italiano. De esta lista, solo el inglés tiene más hablantes que el español (y, hay que aceptarlo: el español no solo está rezagado en proporción sino en calidad, al menos respecto del inglés, francés o italiano, por lo que alcanzo a colegir).

Es decir: mis cuatro horas de búsqueda produjeron línea y media y una llamada a pie de página; cada colaboración individual equivale a unos cuantos granos de arena en una inmensa playa que no hace sino crecer. ¿Por qué diablos tanta gente pone de su trabajo, esfuerzo y tiempo, si saben que no obtendrán ni dinero, ni reconocimiento? Porque vale la pena. Lo extraño es que, en medio del mundo “de las aguas heladas del cálculo egoísta” (como llamó Marx al capitalismo), haya surgido una entelequia útil, gratuita y valiosa que no deja ningún beneficio material, ni curricular, ni canjeable.

El universo virtual tiene peculiaridades. Muchos vicios, pero quizá también morigera egos y propone nuevas formas de colaboración. El mundo llamado “real” no ha podido nunca sobrellevar al mismo tiempo la presencia de nuestros cuerpos y la generosidad de nuestras aspiraciones. Hay un ámbito, pues, donde las cosas se ofrecen y se toman sin mediación de jefes, líderes ni empleados; donde el trabajo se hace por antojo y se reparte sin que nadie cumpla horarios. No es utopía. Solamente que vale la pena aprender de Wikipedia más allá de los artículos: la serendipia de confiar en los demás.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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