En su primer libro de cuentos, Aquí las razones son especulaciones, Ricardo Meza Guasco (México) propone una escritura nacida del ocio, la memoria incompleta y la belleza de lo desechado. A través de una conversación íntima, el autor revela las capas invisibles de su proceso creativo, la defensa de la ficción como verdad y su fascinación por aquello que otros prefieren olvidar.
Ricardo Meza Guasco presentó Aquí las razones son especulaciones, un libro de cuentos que escapa a la lógica narrativa convencional. Publicado en formato independiente en Ciudad de México, esta obra está compuesta por relatos especulativos, llenos de desvíos, silencios y restos de vidas pasadas. Meza escribe sobre objetos olvidados, cartas anónimas, retratos sin dueño, y lo hace desde un lenguaje honesto y sin ornamentos, como si recogiera piezas sueltas de un rompecabezas que nunca estuvo completo.
“La historia de la humanidad no está en los monumentos, está en la literatura. Y ésta, a su vez se edifica dentro de las familias, los amigos, las vivencias, sus mitos, sus leyendas, sus anécdotas. La fidelidad o veracidad ya es una mezquindad”, afirma el escritor.
Ricardo explica que no tiene una respuesta exacta sobre qué lo llevó a escribir desde la frontera entre la memoria y el abandono, pero considera que en muchos sentidos nos construimos tanto de lo que recordamos como de lo que decidimos abandonar; de la misma forma, presenta una serie de cuentos atravesados por la tensión entre lo que se recuerda y lo que se deja atrás. Esta atmósfera se ve enriquecida por el prólogo escrito por Enrique Mañón, cuyas reflexiones no solo introducen la lectura, sino que también dialogan activamente con el contenido del libro. Varias imágenes y conceptos poderosos que aparecen a lo largo de la obra provienen de ese texto preliminar.
La imagen evocadora de La Lagunilla, donde cartas y retratos antiguos terminan en manos desconocidas, es una de las ideas planteadas por Mañón. Aunque no es de su autoría, Meza se identifica con esa estética que remite a un tiempo en el que aún era posible encontrar formas y significados en objetos olvidados. En esa misma línea, frases como “el olvido es un delito” y las advertencias contra las formas invasivas de la memoria también pertenecen al prólogo, aunque reflejan inquietudes que Meza comparte.
¿Cómo construye sus relatos?
La voz del autor cobra fuerza al hablar del modo en que construye sus relatos, desde una lógica de deriva y caos.
“Son ideas precipitadas, volcadas, liberadas. Esa idea te lleva a otras y éstas segundas a otras y de pronto es una ola de desvíos que se originan en esa idea inicial. Y te sumerges en esas aguas mentales. Cuando releo lo que escribí, inicio este armado del desastre, y empiezo a darle sentido y dirección”, comparte también el catedrático Meza.
Así se va armando lo que parece una estructura libre, pero que en realidad responde a una intuición interna que da unidad a los cuentos.
Ocio, pandemia y pensamiento
Una de las convicciones más firmes de Meza tiene que ver con el papel del ocio como detonante de la creación literaria:
“Vaya, el ocio como motivo o motor es usado desde el sarcasmo o como una metáfora. Se refiere a la desocupación, al desempleo, al confinamiento, a la soledad; pero también al descubrimiento, un recorrido por tu mente y tu alma, un reconocimiento de tus inquietudes y tus sentimientos”.
Durante la pandemia, ese ocio se transformó en acción gracias a un proyecto llamado Noches de Vampiros que compartió con su amigo Adrián Magaña.
“Sirvió antes y nos salvó después. Desde estos puntos, por supuesto que defiendo al ocio como un detonante del proceso creativo”.
Y añade una reflexión poderosa: “Pensar es la consecuencia de ejercer a sus últimas consecuencias al ocio, no es algo espontáneo; el pensamiento es combinar adecuadamente al ocio, al aburrimiento, la curiosidad y la inquietud”.
La lectura como búsqueda personal
Para Meza, no existe una lectura transformadora universal. Todo depende del lector, su momento vital y su disposición emocional.
“Puedes leer a Monterroso y ser tu libro desde donde parta toda tu existencia o lo aborrezcas. […] No todas las voces son para todos los oídos”.
Y concluye con una idea que invita a la búsqueda: “La única manera de descubrirlo es leyendo y buscando. De querer encontrar lo que no sabíamos que necesitábamos”.

Palabra e imagen: decisión editorial
Antes de acompañar sus cuentos con ilustraciones, Meza decidió publicar solo el texto. ¿La razón? No quería que la fuerza visual de las obras de Omar Rojas —su hermano y colaborador— condicionara la recepción literaria.
“Mi temor era que los textos fueran juzgados desde esa calidad visual tan hermosa y en ese sentido, los cuentos tuvieran condescendencias al respecto. Necesitaba que el texto fuera juzgado desde el texto mismo”.
Pasada esa primera etapa, ilustración y palabra se encontraron en igualdad de condiciones.
El título del libro, Aquí las razones son especulaciones, proviene de uno de los cuentos pero pronto se convirtió en una declaración de principios.
“Resume con una puntualidad asombrosa por qué escribo en primer lugar y por qué escribo lo que escribo. Hay cosas que no podremos explicar nunca e intentarlo es tentar a ciegas”.
¿Y la ficción? Para Meza, es una herramienta radicalmente honesta.
“La literatura es el conjunto de mentiras que dicen la verdad. […] El verdadero conocimiento de la humanidad, su verdadera naturaleza, su alma y su psique están en la literatura”.
Aquí las razones son especulaciones es más que un libro: es una postura existencial. Ricardo Meza Guasco no pretende ofrecer respuestas, sino provocar preguntas.
Este libro, nos recuerda que hay valor en lo no dicho, en lo no explicado, en lo que se queda en el borde de la página. Con una mezcla de humor, intuición y memoria heredada, este debut literario se instala como una invitación: leer para dudar, dudar para entender, y escribir como si cada palabra pudiera rescatar algo perdido en el tiempo.
El libro está a la venta en la tienda-galería en Cuernavaca (@art_pompier en Instagram) y también en Espacio M, igualmente en Cuernavaca. Para más información, pueden contactar a Ricardo vía Instagram en @avedrio.
PCL