El doctor tampiqueño Ruy Pérez Tamayo, fue reconocido por el Seminario de Cultura Mexicana del sur de Tamaulipas por su incomparable contribución en la ciencia médica. Durante su visita al municipio de Tampico ofreció la conferencia "Diez razones para ser un científico".
El médico Patólogo e Inmunólogo, investigador, divulgador de la ciencia y académico mexicano, nació en el puerto jaibo en 1924, decidió visitar esta ciudad para dar a conocer su experiencia en la ciencia ante un grupo de estudiantes de la Universidad de San Luis Potosí que viajaron desde esa ciudad para deleitarse con cada una de las palabras que expresó el científico, así como demás tampiqueños.
Con sumo orgullo, Pérez Tamayo expuso que sus estudios de nivel primaria los realizó en la escuela Lauro Aguirre en Tampico, nació el 8 de noviembre de 1924 y fue en el mes de septiembre del 1933 cuando azotó un fuerte huracán en la ciudad que presenció y ahora vive para contarlo. Su estancia en este puerto solo fue durante sus primeros nueve años.
Correspondió al historiador José Antonio Cruz Padrón, reconocer la labor científica y médica que ha desarrollado, destaca: que el 13 de noviembre de 1986 fue elegido miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y tomó posesión el 23 de abril de 1987 y ocupó la silla VIII, además es miembro de diversas agrupaciones y sociedades científicas.
"Para el seminario es un orgullo, un honor y un privilegio que el doctor nos haya acompañado, un tampiqueño universal porque es reconocido a nivel mundial por todas las actividades científicas y divulgación científica, ha recibido la presea José de Escandón, La Jaiba de Oro, La Fray Andrés de Olmos y hoy recibe el aplauso la estimación y el cariño de todos los tampiqueños que están presentes" expuso el historiador durante tras la conferencia que tuvo como sede el antiguo teatro El Farol, en las instalaciones de la Dirección de Cultura de Tampico.
Fue fundador de la escuela de Patología de la Facultad de Medicina de la UNAM y desde 1958 ha sido catedrático de patología y con más de 58 años de ejercer la docencia fue nombrado profesor emérito, además de que ha escrito más de 150 artículos científicos en revistas nacionales y extranjeras, 64 libros, dos de ellos sobre ciencia y 46 de divulgación o de ensayos históricos: histoquímica de la necrosis fibrinoide, en 1956.
Actualmente es miembro de la Academia de la Investigación Científica de México; la Sociedad Mexicana de Historia y Filosofía de la Medicina; la Asociación Estadounidense de Patólogos y Bacteriólogos; el Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República; e Investigador Nacional de Excelencia del Sistema Nacional de Investigadores El comité editorial de ciencia y tecnología del Fondo de Cultura Económica, ha publicado muchas de sus obras y que creó incluso un premio en su honor.