El Festival Internacional Santa Lucía continúa demostrando por qué se ha convertido en uno de los eventos culturales más esperados del año en Monterrey. Esta vez, el turno fue para la ópera “La Traviata”, una de las obras más aclamadas de Giuseppe Verdi, que hizo vibrar el Teatro de la Ciudad.
Desde el primer minuto atrapó la atención del público con el sonar de los violines de la Orquesta Sinfónica del Festival Santa Lucía, que, bajo la dirección del talentoso Felipe Tristán, logró transportar a los asistentes a la elegancia y los contrastes del París del siglo XIX.
En esta historia se encuentra Violetta Valéry, una cortesana atrapada entre el deseo de amar y las imposiciones de la sociedad. Este personaje es interpretado por la soprano Avery Boettcher, que con su talento vocal encantó a todos los presentes quienes no dejaron de aplaudir.
A su lado estuvo el tenor José Simerilla, quien dio vida a Alfredo Germont, el joven enamorado que desafía los límites del mundo por amor. Con una voz potente y un carisma entrañable, Simerilla también logró conquistar los corazones de los asistentes, con su potente voz y carisma, además de la quimica de la pareja en escena.
El vestuario y la escenografía fueron otros de los elementos claves de esta puesta, resaltando su corte clásico y elegante, recreando salones de Paris de la época que hicieron que el público estuviera atento de principio a fin.
La presentación de “La Traviata” reafirma la apuesta del Festival Internacional Santa Lucía por llevar propuestas culturales de primer nivel a todos en Nuevo León.
En cada edición, el festival se reinventa, ofreciendo una cartelera que combina música, danza, arte y teatro, haciendo del arte una experiencia accesible y cercana para todos.
El público, visiblemente emocionado, despidió al elenco con una lluvia de aplausos que retumbó en las paredes del histórico recinto.
nrm