Cultura

Meditación | Por Alberto Blanco

Meditaciones

Recientemente el profesor Ron J. Friis, de la Universidad de Furman, publicó un libro dedicado a la obra del autor de estas Meditaciones: 'White Light, The Poetry of Alberto Blanco', en Bucknell University Press

Luz.

Más luz.

Más allá de la luz.


Las mismas palabras de siempre

gastadas por el uso y el abuso.


Esencia, espíritu, identidad,

arte, meditación, mente,

psique, alma, que-sé-yo…


Tiene razón el Dalai Lama:

las religiones son obsoletas.


Y nótese que habla de las religiones,

no de la religiosidad…

mucho menos de la vida del espíritu.


En todo caso, me parece que da en el blanco

cuando al hablar de la meditación,

despojándola de toda su carga mística

y la parafernalia esotérica, dice:


“Es muy sencillo meditar.

Se trata de observar con atención y despego,

con escepticismo y espíritu crítico,

y actuar en consecuencia.”


Claro que, por lo pronto, ya apareció

una palabra difícil de definir: “espíritu”.


Sin embargo se entiende:

hay que observar todo con atención,

comenzando por observarnos a nosotros mismos.


Hay que observar con desapego,

escepticismo y espíritu crítico,

y actuar luego en consecuencia.


En realidad suena fácil;

difícil es llevarlo a la práctica.


Y el maestro siempre ha de ser

el primero en pasar al pizarrón.

AQ

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Laberinto es una marca de Milenio. Todos los derechos reservados.  Más notas en: https://www.milenio.com/cultura/laberinto
Laberinto es una marca de Milenio. Todos los derechos reservados.
Más notas en: https://www.milenio.com/cultura/laberinto