La Ex Hacienda de Chautla en San Salvador el Verde, Puebla, se transformó en un escenario de ensueño donde tradición, arte y misticismo se entrelazaron en una celebración inolvidable del Día de Muertos.
Como parte del festival Catrinerías 2025, el Concurso de Catrinas de este fin de semana atrapó la atención y admiración de cientos de asistentes que vivieron una noche mágica, plagada de creatividad, belleza y majestuosidad.
La atmósfera nocturna estuvo impregnada de un aura luminosa y vibrante: la fachada colonial de la Ex Hacienda de Chautla resplandecía con luces tenues que se reflejaban sobre el lago, iluminando la escena en tonos oníricos. Las trajineras adornadas con flores naranjas, velas encendidas y calaveras gigantes navegaban lentamente por las aguas, creando una postal perfecta de la celebración mexicana más emblemática, considerada Patrimonio de la Humanidad.
El aire durante todo el día se llenó con ecos de leyendas vividas por actores, efectos sonoros envolventes y la emoción contenida de los asistentes que ansiaban ser testigos del despliegue artístico que estaba por comenzar.
El desfile de catrinas vivientes fue el epicentro del evento, impulsado por el gobernador de Puebla, Alejandro Armenta. Cada participante desfiló con vestuarios y maquillajes que exaltaron la esencia ancestral del Día de Muertos, pero con un toque de originalidad y sofisticación.
Expresiones artísticas
Las catrinas fueron verdaderas obras de arte itinerantes: trajes elaborados con bordados hechos a mano, encajes de delicado color negro y adornos florales que destacaban sobre maquillajes que imitaban calaveras con detalles minuciosos en tonos blancos, negros, dorados y brillantes.
Algunas destacaron por sus tocados con flores gigantescas y plumas vibrantes, otras por complejas representaciones teatrales que contaban historias de vida y muerte, fusionando tradición y narrativa contemporánea, muchas de ellas con luces que hacían más llamativas sus propuestas de diseño.
La singularidad y en algunos casos la espectacularidad de los atuendos estuvo acompañada por una ejecución impecable del maquillaje, donde los participantes junto con sus equipos de trabajo, que en muchos casos fueron los familiares, lograron efectos tridimensionales dando vida a rostros de ultratumba que sorprendían con sus detalles y expresión artística.
Cada atuendo era una obra singular, con simbolismos propios que daban vida a personajes que evocaban leyendas, historias de vida y muerte, o representaban elementos de la naturaleza mexicanos. Esa originalidad, junto con la calidad artesanal y la presencia imponente de las participantes, convirtió el desfile en un espectáculo de majestuosidad y belleza sin igual, permaneciendo en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de presenciarlo.
Sentido de identidad
La pasarela fue un muestrario de creatividad sin límites: catrinas inspiradas en elementos naturales, leyendas mexicanas y símbolos culturales desfilaron mostrando desde la elegancia clásica hasta vestuarios innovadores que incorporaban luces LED, telas translúcidas y accesorios artesanales.
El júbilo entre el público fue palpable. Familias, jóvenes y visitantes de distintas partes del estado aplaudieron emocionados cada aparición, disfrutando un ambiente seguro, familiar y festivo que reforzó el sentido de identidad poblano.
Los participantes, conscientes de portar no solo un disfraz sino la herencia de una tradición, dieron lo mejor en cada paso, en cada gesto, logrando una comunión perfecta entre el arte y la cultura popular.
Es de reconocer el esfuerzo de los organizadores del festival para mantener vivas las tradiciones y fortalecer la economía local. Los participantes desfilaron en una pasarela mostrando sus vestuarios, maquillajes y conceptos escénicos, que fueron cuidadosamente evaluados para premiar la originalidad, el estilo y la autenticidad en la expresión de esta tradición. Los premios para esta edición ascendieron a 40 mil pesos para el primer lugar, 20 mil pesos para el segundo y 10 mil pesos para el tercero.
Los ganadores no solo se llevaron un reconocimiento sino también la posibilidad de inspirar nuevas generaciones a preservar la riqueza cultural del Día de Muertos.
Este Concurso de Catrinas 2025 se transformó en una manifestación llena de alma, memoria y espíritu, que celebró la vida y la muerte en una noche que quedó grabada en el corazón de quienes visitaron este sitio en el estado de Puebla.
BSMM