La vida es constante movimiento. Algo notorio en los millones de pasos que se dan y las miles de ruedas que giran a diario para llegar a un destino. También se ejemplifica en las mudanzas; esa acción que implica "poner tu vida en cajas y habitar paredes que no son tuyas", dice la cantante poblana Karina Galicia.
En videollamada con MILENIO, presenta su segundo disco, Mudanzas, lleno de "canciones incómodas", pues hablan sobre ese ajetreo constante que nos lleva, física y emocionalmente, de un lado a otro; sobre esas emociones que no siempre queremos ver, aunque las llevamos dentro: el miedo, la ansiedad o la incertidumbre.
"Para algunas personas parecen oscuras o inestables, pero es a partir de la inestabilidad que podemos apreciar la luz", asevera.


Mudanzas
Las 12 canciones sobre emociones incómodas que conforman Mudanzas surgieron de la honestidad de Karina: "Solo voy a escribir de las cosas que sé".
Por eso acudió a experiencias personales. Por ejemplo, Mudanza, tema que abre el disco, nació en el 2022 tras cambiarse a un departamento en la Ciudad de México. "Tenía miedo, como siempre, porque no sabía cómo rayos iba a pagar la renta, porque siempre termina siendo más cara que la anterior", relató en una publicación de Facebook.
Producido por Mauro Muñoz, el nuevo álbum — segundo en su trayectoria tras el Cancionero del nuevo milenio (2021) — la hace sentir en "un nivel de maduración muy importante".
"Es un sonido que llevaba muchos años buscando: un balance entre el pop y el R&B. Y el concepto de la mudanza se me hacía importante de retratar".
Confiesa que, tras la salida del material, el movimiento fue inmediato e inevitable, en un sentido creativo: "Me siento en un lugar distinto, confío me va a llevar a esas grandes puertas".
¿Y cuáles son esas 'grandes puertas' que quiere abrir la egresada del Centro de Estudios de Jazz de la Universidad Veracruzana? "Me encantaría que este disco no solamente se pudiera escuchar en más ciudades, sino que me lleve a salir del país, que se escuche del otro lado del planeta. ¡Que me lleve a escenario grandes!".
"Creo que los escuchas no se esperaban este sonido, pero lo han disfrutado y me comunican de 'Me pasó esto, he estado en ese luga´. Eso me hace entender que somos generaciones en constante movimiento", reflexiona.
La importancia de conectar
Sabedora que la música es "un carrera de compromiso, disciplina y, sobre todo, mucha paciencia", Karina Galicia enfrenta los tiempos actuales, voraces en cuanto a algoritmos y tendencias, estableciendo "alianzas" entre el ser y el hacer.
"Quiero pensar que podemos llevar nuestra creatividad a otras plataforma. Pero siento que es una línea delgada y peligrosa el tratar de vernos (a los artistas) como creadores de contenido, buscar viralidad. Creo que eso es consecuencia de poder conectar con personas a partir de lo que hacemos".
— ¿Cómo te posicionas ante lo cuantitativo? Ahora todo se mide: las vistas, los likes, los seguidores...
— Me fastidia cacharme viendo eso, pero es inevitable. A fin de cuentas, esta industria se rige por números, y por mucho que te quieras despegar de ellos alguien te los quiero poner encima. Por eso trato de mantener un balance lo más sano posible. Lo importante no son los oyentes mensuales, sino los que conectan con tu música.
Una conexión que la cantante no experimenta en redes, sino sobre el el escenario: "Cuando la gente está cantando las canciones, ese momento que entro en casi en modo avatar, entiendo que todo valió la pena".
— ¿Y de dónde te inspiras para crear?
— Me gusta la cotidianidad. Disfruto ver películas, documentales. A veces, en el día a día, encontramos cosas poéticas y creo que son los mejores ejemplos de la esencia de una persona. A partir de ahí hago canciones.
Al cierre de la entrevista con MILENIO, la alquimista de los claroscuros de la vida recuerda el momento en que se mudó del silencio al sonido; el día que 'descubrió' la música.
"Fui a un parque en el kinder a jugar y había bocinas. Pusieron música, que en ese momento identifiqué como la de Charlie Brown, me gustó mucho y me fui al pasto a escuchar. Mis amiguitos me preguntaron '¿Estás bien?' y no pude explicarles que había encontrado algo muy bonito, algo que me hizo muy feliz".
hc