El chef internacional Eddie Garza, una de las figuras más influyentes de la gastronomía a base de plantas, fue nominado al premio Mejor Cortometraje en la 28 edición del Festival Internacional de Cine ARPA por Echoes From The Kitchen: A Tale of Comida y Cultura, obra que convierte su recorrido personal por México y sus Pueblos Mágicos en una historia íntima sobre memoria, cultura y sostenibilidad.
El filme fue presentado en el emblemático TCL Chinese Theatre de Hollywood, consolidando a Garza no solo como chef, sino como narrador visual de su propia identidad. Hoy, además, reafirma ese vínculo al haberse nacionalizado mexicano, gesto que da un peso aún más profundo a su obra.
“La tradición no termina, sino que evoluciona. Estoy emocionado de contribuir a un diálogo global sobre alimentación, sostenibilidad y comunidades hispanas, y de conectar con audiencias que valoran la innovación y la tradición al mismo tiempo”, afirma Garza, resumiendo la esencia de su película.
Ese espíritu evolutivo nace en 2017, cuando Eddie viajó por primera vez a Guanajuato para conocer a su familia materna. Allí, en un entorno profundamente ligado a sus raíces, comprendió que su camino culinario era también un proceso de autodescubrimiento. Este vínculo creció durante sus recorridos por Pueblos Mágicos como San Cristóbal de las Casas y Cholula, donde la espiritualidad de cada lugar y la memoria de su abuela —cuyo fallecimiento en 2020 marcó un punto decisivo en su vida— se entrelazaron para transformar su visión de la cocina como un puente entre pasado y presente.
De esas vivencias surgió su búsqueda por reconciliar tradición gastronómica y sostenibilidad. La transición hacia una cocina basada en plantas fue, para él, un acto de amor hacia los animales y el planeta. Retos como reinterpretar la cochinita pibil lo llevaron a descubrir ingredientes como la yaca, proveniente de Quintana Roo, capaz de reproducir la textura y esencia del platillo sin abandonar sus raíces culturales. Esta exploración lo llevó también al chapay, flor de palma utilizada ancestralmente en el sur de México, ingrediente que conoció gracias al chef Marco Vinicio —fallecido posteriormente— y que se convirtió en símbolo de memoria, legado y activismo alimentario.
La influencia de su abuela atraviesa toda la narrativa. Eddie asegura que, de verla hoy, ella se emocionaría especialmente al saber que él eligió México como su hogar permanente y que incluso se nacionalizó mexicano, donde su arte culinario ha florecido y donde su legado se mantiene vivo en cada receta. Esa mezcla de pertenencia y migración resuena con su experiencia como chef latino en Estados Unidos: crecer en la frontera lo hizo habitar dos mundos, sin sentirse completamente parte de ninguno, una dualidad que se refleja en su cocina y en la identidad que reivindica en la pantalla.
El salto de los fogones al cine fue natural: Garza, músico en sus inicios y autor de libros de cocina, ha sido siempre un narrador. En Echoes From The Kitchen fusiona artes visuales, sonidos de cocina, música y paisajes mexicanos para construir una obra sensorial que demuestra cómo el cine puede influir en hábitos alimenticios, inspirar movimientos hacia la sostenibilidad y llamar a la acción desde la emoción. Para él, la comida basada en plantas no es una renuncia, sino una expansión de nuestras raíces.
Si Eddie tuviera que resumir su filme en tres palabras, elegiría Tradición, Evolución y Pertenencia: tradición por las raíces que honra, evolución por la manera en que estas se transforman hacia una cocina más consciente y pertenencia porque la película invita a encontrar un lugar propio dentro de esta transformación cultural.
Garza planea continuar explorando la narrativa audiovisual, cautivado por la capacidad del cine para capturar la riqueza visual, sonora y sensorial de México. Presentarse en el TCL Chinese Theatre representa para él un cierre de ciclo: llegar a Hollywood, un símbolo de narración global, como representante de la cocina mexicana basada en plantas y de la sabiduría ancestral que inspira su obra.
“Echoes From The Kitchen es más que una película sobre comida. Es una carta de amor a mis raíces, a mi abuela y a México. La tradición evoluciona con nosotros, y en esa evolución hay espacio para la compasión, para honrar a la tierra que nos alimenta y para descubrir nuevas maneras de vivir nuestra cultura”, finaliza Garza.
PCL