México /
Restauradores localizaron la capa pictórica verde original sobre la escultura Ecuestre de Carlos IV, mejor conocida como El Caballito, que aplicó Manuel Tolsá hace 213 años para matizar su volumetría y velar algunos parches de esta obra monumental.
Con escalpelo en mano, el equipo de restauradores que atiende la escultura ha ido eliminando con paciencia un recubrimiento negro que revestía al jinete real y a su montura, y debajo ha ido encontrando los rastros de esta capa pictórica verde, informó, a través de un comunicado, la restauradora Jannen Contreras Vargas, coordinadora del proyecto de intervención a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
TE RECOMENDAMOS: 'El Caballito' estará listo en mayo de 2017
“Hemos retirado de forma paulatina velos de cera y de la capa negra que se aplicó para proteger la escultura hacia finales del siglo XIX, y que dio a ‘El Caballito’ el tono negruzco con que lo conocimos a lo largo del siglo XX”, tras destacar que el registro de la capa pictórica de origen usada por Tolsá, es un dato clave para definir los tonos de los recubrimientos que se usarán para la integración cromática de la obra restaurada”, explicó.
[Una vez que finalice la limpieza de capa pictórica seguirá la limpieza y estabilización de las áreas afectadas en 2013.]
Diversos especialistas se aplican en un cuidadoso proyecto de intervención para los tres elementos del monumento: el núcleo del basamento, el recubrimiento pétreo del pedestal y la escultura de bronce.
Encaramados en andamios, se observa a cinco restauradores limpiar de forma simultánea la obra escultórica. Aplican un gel especial que después de unos minutos les permite retirar con escalpelo la capa negra que yace en pliegues y ranuras.
Contreras señala áreas en el solomillo de “Tambor” (el percherón del Marqués de Jaral de Berrio que sirvió de modelo equino) donde se distinguen vestigios de la pintura verde empleada por Tolsá y también ornamentos de la montura que habían quedado ocultos bajo ese recubrimiento.
“La limpieza de la escultura nos ha llevado buena parte de la agenda, es como limpiar una pintura de caballete pero sobre una superficie escultórica que, si la desplegáramos, alcanzaría 46.5 metros cuadrados”, refiere la especialista de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM) del INAH, para dar cuenta de esta paciente y ardua labor.
[Detalle de la escultura de Manuel Tolsá]
Cuando en 2013 una intervención inadecuada provocó que se vertiera ácido nítrico sobre el monumento, éste ocasionó la pérdida de 45 por ciento de la capa escultórica. El porcentaje restante tenía aún el recubrimiento negro, del cual se ha retirado más de tres cuartas partes, quedando sobre todo en las zonas de recovecos, donde la tarea se complica.
Una vez que finalice la limpieza de capa pictórica seguirá la limpieza y estabilización de las áreas afectadas en 2013, una medición colorimétrica para ubicar la gama original y generar un color base que pueda considerarse para los recubrimientos que serán aplicados como último proceso.
En tanto concluyen los análisis en el Instituto de Química de la UNAM que permitirán definir con exactitud la técnica pictórica empleada por Manuel Tolsá sobre 'El Caballito', Contreras adelanta que en la aplicación de recubrimientos deberá emplearse polímero compatible resistente al intemperismo, considerando además que la atmósfera de la Ciudad de México del siglo XXI dista mucho de la de hace 213 años, cuando se creó la escultura.
mrf