Más Cultura

El devenir de nuestros pasos

Danza


Hace poco me preguntaban sobre la dureza que existe detrás del ballet. Mucha gente con la misma inquietud suele referirse a las anécdotas que cita la película El cisne negro. Ahí se plantea una certera perspectiva de la psique de una bailarina. Sin embargo, cuando me preguntan, prefiero referirme al personaje de Vera en la novela La consagración de la primavera de Alejo Carpentier, cuyos matices son mayores y de una profundidad reflexiva también muy superior, puesto que mantiene como leit motiv las preocupaciones que aquejan a la protagonista, una bailarina rusa de ballet que transpola su universo del arte al de su momento histórico, y que también problematiza su devenir social: la ubica en diferentes contextos y baña su ser y su arte de la naturaleza de cada geografía por la que debe transitar.

Vera es una bailarina que limita inicialmente sus preocupaciones a las ejecuciones pulcras del ballet, así como a la dinámica aspiracional que supone el desempeño en una compañía tradicional. Lidia con sus deseos de ser una bailarina destacada y se confronta con sus múltiples limitaciones. Así, Carpentier ilustra lo que ocupa a una persona dedicada de lleno a la actividad dancística. Por ello sugiero a quienes se sienten intrigados por ese universo acercarse al personaje: “Hasta ahora solo he vivido a ras del suelo, mirando al suelo, atenta al suelo que va de mi impulso, de la volición de mi ser, de la rotación, del girar sobre mí misma hacia la luz aquella, cabo de candilejas —faro y meta—”, dice Vera al iniciar su danza escénica, que es un baile a través de la historia social.

La novela de Carpentier usa el lenguaje de la danza para construir una serie de metáforas históricas y sociales, y elige a una bailarina rusa para transitar no solo en el tiempo y en la historia de la sociedad, sino para viajar desde el arte eurocéntrico hasta la América que reconfigura su historia y su arte.

La bailarina creada decide afrontar la historia y la danza desde el autoconocimiento estético para convertirse en agente de su historia y de su arte de modo dialéctico y en evolución. Carpentier concluye la novela abriendo una última metáfora. Cita a Noverre y reta a los tiempos venideros del arte: “Los ballets no pasaron, hasta ahora, de ser tímidos bocetos de lo que llegarán a ser algún día”.

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.