Tamir Ginz, bailarín y coreógrafo israelí, realiza una gira por México con la agrupación Kamea Dance Company con motivo de los 70 años de relaciones diplomáticas entre México e Israel.
En entrevista, el artista señaló sentirse muy emocionado de estar en nuestro país, en un tour que inició con éxito en Guanajuato, en contexto del Festival Internacional Cervantino.
“Amo México, mi equipo me dice que quiere vivir aquí. Hay mucha gente amigable, se ven muy felices; los mexicanos saben cómo festejar y espero ser un huésped regular en su país”.
Kamea Dance Company, una de las compañías israelíes más prestigiosas de danza contemporánea, presenta en nuestro país la obra La Pasión de Matheo 2727, una pieza coreográfica inspirada en la obra de Johann Sebastian Bach, una pieza sagrada para el cristianismo.
“Está creada en muchos testimonios; es sobre la crucifixión de Jesús y su muerte como un crimen por la culpa de Judas. Es el conflicto que hay entre Jesús y los cristianos. Es una obra sobre el amor, el perdón, de la cristianidad y poner la otra mejilla. Es hacer las paces entre las personas”, agregó.
“Todos somos Jesús y Jesús es uno de nosotros”, y es a través de la danza que el creador quiere mandar un mensaje que hermane a los pueblos.

El bailarín y coreógrafo agregó que “Dios se sacrificó por nosotros, por los pecados de la gente y yo hablo de ella y de la amistad con Judas; lo que hago es reinterpretar la música revolucionaria de Sebastian Bach a través de la danza moderna para contar la historia de este conflicto y cómo lo resuelven: hacer la paz, todos nos queremos salvar, queremos el amor y donde la paz es muy relevante como en el mundo actual, como lo que pasa entre Rusia y Ucrania, estamos hablando nuevamente de la guerra en el mundo y lo que quiere el ballet es hacer la paz”.
Para Tamir Ginz es un nuevo concepto, una nueva versión acerca del cristianismo y el judaísmo.
“Se cumplen 70 años de las relaciones diplomáticas entre México e Israel y la embajada de Israel está muy interesada en el tema. Por eso trajo a una gran compañía como Kamea Dance Company. Queremos acercarnos más a los mexicanos y tener una amistad más cercana, pues tenemos culturas muy similares y gente muy cálida en ambos países”.
La obra arranca con un coro de apertura introductorio, la unción en Letanía, la Última Cena, el jardín de Getsemaní, la traición de Judas, el juicio a Jesús, Judas en el Templo, los azotes y la crucifixión, el descenso de la cruz, terminando en el entierro.
A diferencia de otras compañías de ballet, Tamir Ginz comentó que él no cree en la tecnología en el escenario como “espectáculo”.
“Me gusta más la fuerza, la danza física, ver que mis bailarines suden, que sus cuerpos trabajen, me gusta ver cómo dan vueltas, la manera en la que levantan las piernas, cómo se comunican a través de sus cuerpos. Nosotros podemos bailar antes de hablar, es una danza física y muy limpia”.
Pero el coreógrafo señaló que en el montaje existen muchos símbolos del cristianismo como la resurrección, la última cena o la crucifixión hecha solo con sus bailarines.
“No usamos la tecnología, los cuerpos recrean todos esos momentos, son como fotografías, sobre la historia que estamos contando, sobre la religión y la Fe, es la pureza del ballet, es la pureza del cuerpo”.
A la gente que le teme a la danza, ¿Qué le dirías?
"Es el problema de la danza. La danza es un lenguaje difícil de entender por que es abstracta, cuando haces movimientos no sabes qué significan; en el teatro hay palabras, en un libro lo leeré, puedes hablar, pero ¿qué pasa cuándo solo ves movimientos?, es más difícil de entender lo que está sucediendo pero con el ballet se espera que la audiencia sienta, entienda".

A lo que el coreógrafo aspira es a crear desde las emociones “y genero una narrativa a través de ello. Cuando la gente ve mi pieza lo entiende, logró conectar, es el éxito de mi compañía. Trabajo de una forma en la que evoco emociones. No creo para comercializar ni por la fama, sino para comunicar, que se sientan movidas por lo que ven y se sientan felices, tristes, enojados, celosos pero que, cuando salgan del teatro se lleven una gran experiencia”.
Tamir Ginz y Kamea Dance Company se presentarán el 20 de octubre en el Teatro Degollado en Guadalajara y el 24 en el marco del Festival Santa Lucía en Monterrey.
70 Aniversario de Relaciones Diplomáticas México-Israel
Los vínculos que unen a los pueblos de México e Israel son numerosos y se remontan a finales del siglo XIX, con la llegada de inmigrantes de origen judío, de que han dejado huella en la sociedad mexicana. Tras la fundación del Estado de Israel en 1948, las relaciones entre ambos estados fueron formalizadas el 1 de julio de 1952. A partir de ese hecho, ambos países han consolidado una relación estrecha.
El Instituto Cultural México Israel
En el ámbito cultural, desde el año de 1993, el Instituto Cultural México Israel estableció su sede en Ciudad de México en una de las zonas más emblemáticas de la capital: el Centro Histórico de la capital del país, con la misión de difundir la historia y su cultura en coordinación con instancias similares de México.
hc