La digna rabia, de Adriana González del Valle, está situada en la España del siglo XVII, una novela que surge a partir de un sueño en el que la autora vio a una monja embarazada corriendo con unos papeles. Se tropieza, cae, y cuando gira la cabeza y se encuentran las miradas, se percata que la monja es ella misma.

Tras una severa crisis de salud y en su búsqueda por la curación, la escritora, que había guardado este sueño a modo de memoria, se encontró de nuevo con esta historia y le detonó la idea creativa de darle vida a la monja Sofía Ravier, quien “te va contando qué es lo que va pasando con los personajes en la psique femenina, cuando nos toman por completo. En eso está inspirada La digna rabia”.
El Instituto Cultural Helénico fue el escenario en el que Adriana González del Valle presentó su libro, evento en el que estuvo acompañada por la maestra y doctora Ana Silvia Serrano, el periodista y escritor José Gordón y el escritor y cineasta Andrés Káiser.
En entrevista previa, la autora comentó que Sofía es una mujer cautiva en el calabozo de un convento en España, acusada de herejía, nigromancia y brujería. Van a matarla. En pleno encierro escribe su testimonio.
“Yo quería hablar del dolor, pero eso se puede hablar desde el odio, el rencor o el resentimiento, o desde el aprendizaje y la sabiduría y la experiencia. La voz que quería que tuviera Sofía es de alguien que sí habla del dolor pero que nos invita a hacerlo con amor, con experiencia, con conciencia y a mirar que ese dolor que todos compartimos nos hace humanos, pero que también está ahí para transformarnos”.

Luz y oscuridad
La digna rabia muestra cómo los fanatismos religiosos, la ignorancia en la sexualidad, los roles sociales del status quo, tanto como el uso desequilibrado del poder, son el guion teatral que dirige el orden del mundo, tanto en el pasado como en el presente.
“Los fanatismos religiosos pueden ocasionar y llevar a la persona a ser tomada por creencias, lo que está muy lejos de lo que realmente la religión dice que persigue, que es la unidad con el otro y con Dios. La novela habla también de los abusos del poder, porque ella descubre que en este tipo de estructuras, que aparentan sostener una gran cantidad de luz, se cimenta mucha oscuridad, y de eso poco se habla”.
Además, reconoce que los personajes son arquetipos de luz y sombra, figuras que están presentes en la vida de las mujeres y que a veces los identificamos y a veces no. “Son figuras que a veces sostienen estos abusos de poder o estos preceptos patriarcales que siguen pasando alrededor de la educación o la religión, entonces ahí los veremos porque tanto hay figuras masculinas, que son muy necesarias en la interacción que va sucediendo, y que también presentan el espejo para que los hombres puedan mirarlo”.
“Escribí el libro que me hubiera gustado leer hace muchos años”, dice Adriana González del Valle sobre La digna rabia, un texto “en relación a mi propia búsqueda espiritual, a mi propio entendimiento del proceso de hacerte mujer. Les diría que vale la pena leerlo porque nos hace recordar, nos trae la memoria antigua y fomenta a no olvidar los aprendizajes del pasado, que está ahí para enseñarnos los caminos que sí y los caminos que no. El libro no pretende presentar una verdad o conclusión: abre las preguntas para que nos sigamos cuestionando y sigamos valorando lo que guarda nuestra historia, nuestras raíces”.