En Hidalgo hay más de 1.3 millones de viviendas registradas y un crecimiento anual del 1.5 por ciento, lo que posiciona a la entidad como un polo inmobiliario dinámico en el centro de México, lo cual se confirma en los listados activos de venta de lotes residenciales y rústicos, especialmente en Pachuca y Mineral de la Reforma, donde las inmobiliarias reportan diversas opciones disponibles actualizadas a 2025.
La demanda ha impulsado colocaciones de cerca de 8 mil a 9 mil viviendas durante este año, con plusvalías del 12.1 por ciento en propiedades usadas y 5.9 por ciento en nuevas, atrayendo inversionistas locales y foráneos; de hecho, la Sociedad Hipotecaria Federal ha reportado un incremento del 7 por ciento en el precio promedio de vivienda en Hidalgo durante el primer trimestre de 2025, con un precio promedio de más de 1.3 millones de pesos y el estado posicionándose en el lugar 28 nacional en precios de vivienda, en especial en municipios como Mineral de la Reforma y Tizayuca.
Además, el encarecimiento habitacional en el Valle de México empuja a compradores hacia Hidalgo, que ofrece precios competitivos y calidad de vida superior en zonas metropolitanas, lo cual genera empleo y eleva la necesidad de terrenos para desarrollos residenciales e industriales.
Créditos hipotecarios en Hidalgo
El índice reportado por BBVA Research y Tinsa México señala que Hidalgo es el lugar 15 a nivel nacional en colocación de créditos hipotecarios, con cerca de 9 mil financiamientos otorgados entre enero y julio de 2025.
La plusvalía anual para vivienda usada es del 12.1 por ciento y para vivienda nueva del 5.9 por ciento, con valores por metro cuadrado que rondan los 16 mil 30 pesos, creciendo a una tasa anual del 6.5 por ciento en municipios con alta demanda habitacional como Pachuca y Mineral de la Reforma.
Factores clave
La conectividad estratégica lidera los factores clave para este auge en el mercado inmobiliario estatal gracias al Arco Norte, el Tren AIFA-Pachuca y la proximidad al Valle de México, lo cual reduce costos logísticos y atrae industrias, tal como hemos informado en ediciones anteriores a través de las páginas de MILENIO y varios reportes inmobiliarios, como el de Grupo Financiero Banorte en su Indicador de Precios de Vivienda, que subraya el impulso al desarrollo industrial y el aumento de la plusvalía en municipios clave como Tula, Tulancingo y Tizayuca.
Es necesario mencionar, por supuesto, el nearshoring, en especial para los sectores automotriz y manufacturero, que aportan el 28 por ciento de la economía estatal y 1.8 por ciento del Producto Interno Bruto nacional, enfocados en Tula y Tepeji.
La expansión habitacional prioriza vivienda media (62.1 por ciento) y tradicional (28.9 por ciento), con 9 mil créditos hipotecarios colocados de enero a julio de 2025 en Pachuca.
Tampoco hay que dejar de lado la infraestructura en proceso, como el Tren AIFA-Pachuca, con más de 3 mil millones de pesos invertidos, que mejorará accesos y, sin duda, elevará la plusvalía para corredores logísticos, incluyendo los turísticos y económicos.
Luego está la tecnificación de riego en municipios como Alfajayucan, Ajacuba y Tula de Allende, lo que modernizará canales y plantas de bombeo, para fortalecer así la agroindustria y el valor de los predios rurales. En esa misma región, la central termoeléctrica Francisco Pérez Ríos garantizará estabilidad energética y atraerá más inversión industrial y residencial en la región. Además, los proyectos de economía circular en Tula y modernizaciones hospitalarias elevarán calidad de vida, consolidando plusvalía estatal en un 6.5 por ciento por metro cuadrado proyectado.
Por si fuera poco, en las regiones Huasteca y Sierra, incluyendo 97 km hacia Ciudad VallesTampico, integrarán comunidades y aumentarán atractivo para desarrollos mixtos. La cereza del pastel es el presupuesto federal para el estado en 2026, que podría superar los 5 mil millones de pesos. Pachuca y Mineral de la Reforma lideran por expansión urbana, con alta oferta de lotes y colocaciones estables impulsadas por el Tren AIFA-Pachuca mientras que Tizayuca se beneficia directamente del Aeropuerto Felipe Ángeles, incrementando la demanda residencial en su corredor con Tecámac.
Tula y Tulancingo destacan por el nearshoring y la industria, con plusvalía elevada por proyectos energéticos y logísticos en Atitalaquia y Platah, mientras que Epazoyucan y Singuilucan ganan con parques fotovoltaicos y extensión ferroviaria, posicionándolos para crecimiento industrial en el Altiplano.
Tepeji del Río, con todo su proceso de modernización vial, es ideal para inversión por su rol en corredores logísticos y automotrices. Huasca de Ocampo y Real del Monte se fortalecen con ampliaciones a cuatro carriles en Pachuca-Huasteca, atrayendo turismo e industria ligera.