Con un avance de 90 por ciento en las negociaciones entre México y Estados Unidos respecto al factor arancelario, de acuerdo con lo anunciado por Marcelo Ebrard, secretario de Economía, líderes empresariales reconocieron los trabajos realizados; no obstante, la incertidumbre persiste.
Lo anterior se debe a que falta poco más de una semana para que se cumplan los 90 días de plazo fijado por la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para aplicar un arancel del 30 por ciento. El objetivo es alcanzar un acuerdo comercial favorable entre ambos países.

"Hay incertidumbre en ese y en muchos temas. En el ámbito externo me parece que hay muchos retos que el gobierno está negociando, pero en la parte interna, nosotros como industria debemos hacer varios cambios.
"Tendremos que estar atentos a esas negociaciones: qué se incluye, cuáles serán las reglas de exportación e importación entre los países y encontrar nuestras fortalezas para explotarlas. La negociación está al 90%; habrá que ver en qué queda ese 10% y cómo nos va a afectar para empezar a construir", declaró.
Esta prórroga se otorgó el 31 de julio de este año, cuando Donald Trump notificó formalmente la imposición de gravámenes a otros países, entre ellos Canadá, con un 35 por ciento.

"No va a ser fácil. Hay muchos factores en negociación que será importante atender de manera adecuada; uno de ellos es el automotriz. Hay que seguir fortaleciendo nuestra posición frente a Estados Unidos, que actualmente no es tan sólida, mientras que Corea, Japón y la Unión Europea tienen mayor ventaja con productos que no están totalmente integrados al T-MEC, a diferencia de nosotros".
"En el sector moda y calzado esperamos que las negociaciones resulten favorables", señaló Fernando Padilla Padilla, presidente de la Asociación de Empresas Proveedoras Industriales de México.
Por su parte, Rolando Alaniz, presidente honorífico del Clúster Automotriz de Guanajuato, dijo confiar en que se alcanzará un buen acuerdo y subrayó la importancia de que sea trilateral.
"Debe ser trilateral. Creo que la unión hace la fuerza y no debe quedar como un tratado bilateral. Al final es un conjunto de intereses; sí hay temas bilaterales que deben influir, para eso están las cartas paralelas", concluyó.