María de Jesús Mundo, abuelita que se encontraba esperando a su familia en la Central de Autobuses del Puebla (CAPU), murió a los 79 años por causas naturales, según reportes médicos.
La historia de la 'abuelita de la CAPU' se hizo viral en redes sociales tras darse a conocer que llevaba casi cuatro años viviendo en las instalaciones, esperando a su hija que se habían llevado a la frontera y prometió regresar por ella.
A pesar de que las autoridades buscaban sacarla de la central de autobuses, ella se negaba a moverse de ahí; aquí te contamos qué pasó con hijos.
Su hija no regresó
De acuerdo a un video difundido en internet, la mujer adulta mayor señaló que una de sus hijas, llamada 'Almita' le dijo que volvería por ella y que entendía por qué tardaba tanto.
"Seguro está arreglando lo de la escuela de sus hijos", asimismo, mencionó que tiene más familia; dos hijos de nombre Víctor Manuel y Marina Guadalupe y al menos 4 nietos, por lo que se espera que pronto pueda volver a reunirse con ellos.
"Te soy honesta, amamos y respetamos a nuestros padres pero nuestros hijos dependen totalmente de uno, entonces yo no se lo tomo a mal el que ella tarde, pero yo sé que igual, tarde o temprano va a pasar por mí".
PERFILMaría de Jesús Mundo
La mujer nació el 7 de septiembre y es originaria de la Ciudad de México, pero desde hace 38 años radicaba en Puebla y vivía en Cuautlancingo.
De acuerdo con medios nacionales, su hija perdió la vida en Estados Unidos tras lograr el sueño americano y sus dos hijos varones se encuentran en la Ciudad de México.
Emiten ficha para localizar a su familia
El Sistema Estatal DIF emitió una ficha para localizar a la familia de María de Jesús quien "vive en situación vulnerable dentro de las instalaciones de la CAPU", sin embargo, hasta el momento no se ha notificado sobre la localización de sus hijos.
El organismo se acercó con la mujer tras hacerse viral el video que se viralizó en redes sociales, para ofrecerle asilo en uno de los dormitorios y alimentación; sin embargo, la rechazó y dijo que prefiere esperar a su familia las 24 horas del día.
La señora vivía de las donaciones de la gente y con eso compraba pañales, comida e incluso botes con agua para lavarse las manos y otras partes del cuerpo.
Con información de Leslie Mora
LG