Tras publicar MILENIO que, en 21 años, los reportes de operaciones inusuales enviados por el fisco a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) aumentaron 945 por ciento, especialistas en seguridad señalaron que este crecimiento revela la fuerte presencia del crimen organizado en varias entidades y la urgencia de los grupos delincuenciales por mover sus utilidades a través del sistema financiero.
De acuerdo con las cifras oficiales, los estados que concentran la mayor incidencia de posibles casos de lavado de dinero son Sinaloa, Michoacán, Jalisco, Estado de México y Guanajuato, regiones donde operan de manera activa distintos cárteles y organizaciones criminales.
Confirma Observatorio de Celaya: el incremento refleja presencia del crimen organizado
Luis Fernando Nieto Herrera, presidente del Observatorio Ciudadano Integral de Celaya, explicó que no sorprende que la UIF mantenga bajo vigilancia estas zonas, ya que se trata de regiones donde es ampliamente conocida la actividad de diversos grupos delincuenciales.
Señaló que el aumento de reportes debe derivar en una estrategia más sólida para identificar a las redes financieras que facilitan estas operaciones ilícitas.
“Si hay esa cantidad, y que Guanajuato esté como prioridad, reafirma la presencia del crimen organizado en la misma proporción. No creo que sea sorpresa. Las operaciones con recursos de procedencia ilícita pueden venir de muchos orígenes: drogas, delitos financieros… En Guanajuato también hay fuerte presencia de grupos delictivos con distintas formas de operar, y todos necesitan mover sus utilidades mediante el sistema financiero, que es donde la UIF las detecta”, explicó.
Observatorio de Irapuato: cárteles diversifican métodos para lavar dinero
Raúl Calvillo, director del Observatorio Ciudadano de Irapuato, añadió que el incremento en los reportes también evidencia la mayor diversificación de métodos que utilizan las organizaciones criminales para lavar dinero, lo que refleja su expansión e influencia dentro de las economías locales.
“Es importante reconocer que los grupos delictivos buscan llevar sus recursos ilegales a la formalidad. Para ello recurren a varias formas: desde el uso de empresas fachada, compra de facturas y operaciones a nombre de terceros, hasta otros mecanismos que les permiten gastar su dinero sin levantar sospechas”, señaló.
Con el crecimiento acelerado de estas operaciones, los especialistas advierten que la UIF deberá fortalecer la coordinación con fiscalías estatales y federales, así como con instituciones financieras, para frenar el flujo de dinero ilícito que financia las actividades de los cárteles.