Durante la misa dominical, el arzobispo de la Arquidiócesis, Víctor Sánchez, pidió de nueva cuenta por las personas de Puebla, Veracruz, Hidalgo y Querétaro que han sufrido por las inundaciones, perdiendo familiares y sus viviendas.
"No olvidemos en nuestra oración a nuestros hermanos que siguen sufriendo por las inundaciones en varios estados de nuestra patria, en Puebla sobre todo en la Sierra Norte, pero en Veracruz, Hidalgo Querétaro, pidamos por todos ellos, los que perdieron un ser querido, para que el señor les de consuelo, por los que perdieron sus hogares y pertenecías, para que no seamos sordos a la petición qué nos hacen de apoyo".

Asimismo, desde la catedral dejó en claro que la impunidad no tiene la última palabra, al pedir no desanimarse ante la corrupción.
"Ante los escenarios tan complejos que presentamos como la violencia, inseguridad, injusticia, la mentira, no podemos bajar los brazos, orar con fe nos hace preserverar a lo que hemos aprendido y se nos ha confiado", apuntó.
En la Catedral, el líder de la Grey Católica resaltó que siempre uno debe confiar en la palabra de Dios, pues en ocasiones la gente se olvida que sus oraciones son escuchadas en el cielo y a través de ellas puedan trasformar el mundo.
"Que siempre abramos nuestro corazón a la palabra de Dios que se nos da en la celebración. No debemos permitir que la impunidad tenga la última palabra, que la corrupción no nos debe desanimar, nos debe hacer reflexionar qué la impunidad no tiene la última palabra".
Asimismo, en la misa dominical se llevó a cabo el "Domund, o Domingo Mundial de las Misiones", mismo se creó en 1926 por el Papa Pío XI para unir espiritualmente a los católicos y recaudar fondos para las misiones.
Originalmente, nació de la idea de Paulina Yericó de involucrar a los laicos en la misión de la Iglesia a través de una red de oración y donaciones. El nombre "Domund" (DOmingo MUNDial) se popularizó en 1943 para identificar la jornada, que se celebra el penúltimo domingo de octubre y apoya proyectos pastorales y sociales en territorios de misión.
Fue creado para que todos los católicos se unieran espiritualmente a la causa misionera y para sostenerla con recursos económicos. El acrónimo "Domund" se comenzó a usar en 1943 para identificar de forma más sencilla la jornada.
Cada año, el penúltimo domingo de octubre, la Iglesia católica celebra este día con una jornada de oración y colecta para apoyar a los misioneros y sus obras en todo el mundo.
CHM