Los contribuyentes, visitantes y hasta los propios trabajadores del gobierno estatal tendrán una nueva alternativa para romper el estrés, pues el lago artificial que rodea al Edificio Ejecutivo del Centro Integral de Servicios (CIS) de Angelópolis ahora contará con paseos en lancha abiertos al público.
La iniciativa fue propuesta por el gobernador Alejandro Armenta "con el propósito de promover la sana convivencia y aprovechar los espacios públicos", por lo que los asistentes tendrán la oportunidad de rodear el inmueble donde despacha el mandatario y encabeza la mayoría de las conferencias de prensa matutinas.
"Esta acción forma parte del compromiso del gobierno humanista que impulsa junto a la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, para fortalecer la cohesión social y brindar alternativas de esparcimiento seguro", indicó la Coordinación General de Comunicación Social y Agenda Digital.
Los paseos serán gratuitos y se harán a través de ocho lanchas con capacidad para tres personas, dos adultos y un niño, en un horario de lunes a viernes de 9 de la mañana a 3 de la tarde.
Los asistentes deberán portar chaleco salvavidas de manera obligatoria durante el recorrido, que tendrá un tiempo máximo de 30 minutos.
Asimismo, el gobierno estatal aclaró que la apertura del lago del CIS de Angelópolis no incluye otras actividades como nadar, subir mascotas, usar zapatos de tacón o consumir alimentos y bebidas durante el recorrido, pues podría ser motivo de accidentes para los usuarios.
"El embarcadero del lago del Edificio Ejecutivo representa una oportunidad para que las y los poblanos disfruten de momentos de descanso y recreación en un entorno natural dentro de la ciudad", resaltó la administración.
El CIS de Angelópolis fue construido en 2011 por el entonces gobernador Rafael Moreno Valle Rosas con el objetivo de trasladar la mayor parte de las dependencias gubernamentales a un sólo punto, principalmente las que ofrecían trámites y servicios a la ciudadanía.
La construcción del complejo incluyó la instalación de un espejo de agua que siempre había permanecido cerrado al público y que incluso estuvo a punto de desaparecer en el periodo de Miguel Barbosa Huerta, pues acusó que el mantenimiento era costoso. No obstante, desistió del proyecto.
AAC