La vida de Jacqueline Palmeros cambió por completo luego de que el 24 de julio de 2020 su hija Jael Monserrat Palmeros desapareció entre los límites de la alcaldía Iztacalco e Iztapalapa de la Ciudad de México. Como cientos de hombres y mujeres, ella también se tuvo que convertir en buscadora para poder encontrar a su hija, de quien en noviembre del año pasado se localizaron parte de sus restos óseos, de los cuales se confirmó su identidad en enero pasado.
Sin embargo, pese a que Jacqueline ya encontró parte de los restos de su hija, para ella su lucha no ha terminado, ya que si bien sabe que lamentablemente no podrá regresar a su hija a casa con vida, aún mantiene la esperanza de tener todos sus restos, los cuales asegura podrían seguir en el Ajusco, lugar donde se localizaron los primeros.
“Sí estamos muy empecinados con encontrar los demás restos de mi hija, porque pues yo parí una hija completa, no parí solamente una parte, y yo sé que en algún lugar del Ajusco los demás restos del cuerpo de mi hija me están esperando, ella me está esperando”, señaló Jacqueline en entrevista para MILENIO.
Aumentan desapariciones en el Ajusco
En el caso de Jacqueline tras la desaparición de su hija creó el colectivo “Una Luz en el Camino” conformado principalmente por familiares de personas desaparecidas en la capital, algunas de ellas en la alcaldía Tlalpan cerca del Ajusco que es donde localizaron a su hija, en los últimos años se ha reportado un aumento de desapariciones en esta zona, no solamente en los poblados sino también en el bosque y cerro de esta zona de la capital.
A lo largo del año en este lugar, distintos colectivos en conjunto con las autoridades organizan brigadas de búsqueda, ya que se han encontrado varios restos en esta zona y las buscadoras señalan que este lugar se ha vuelto un tiradero de restos; en algunas aunque no se encuentran restos humanos, casi siempre se encuentra ropa o artículos que podría pertenecer a una persona desaparecida.
En el caso de Jacqueline cuando se realizan estas jornadas sus actividades empiezan desde las cinco de la mañana, primero toma un baño, después comienza a alistar su ropa y posteriormente le prende una veladora a su hija para pedirle que la ayude a localizar a más personas desaparecidas, así como la ayudo a encontrar parte de sus restos.
Posteriormente, se dedica a preparar los uniformes y alimentos de sus hijos y nietos, de quienes tiene la custodia desde la desaparición de Monse; para ella el ser madre y buscadora es una tarea que no siempre es sencilla.
“Para ellos cada que ven este pizarrón (donde anoto mis actividades) me han comentado que les da un poco de tristeza porque saben que voy a estar muy ocupada, sin embargo platicando con ellos, aunque son pequeños, me dijeron que quería que siguiera apoyando a otras personas y me han demostrado que están muy orgullosos de mí; el cumplir roles diferentes a veces se satura o te rebasa y este día que me dedico solo a ellos para mí es muy importante, porque tal vez es solo un día, pero si lo das en calidad de tiempo se les queda mucho en el corazón”, contó.
¿Cómo se preparan para realizar una jornada de búsqueda?
Dentro de su mochila para las jornadas lleva consigo barras energéticas, atún y medicamentos, así como agua o algún electrolito y su indumentaria consiste de una capucha, una gorra, un pasamontañas, pantalón y botas tácticos y una playera con el rostro de Monse para tenerla siempre presente durante todas la búsqueda.
En el caso de palas o herramientas de trabajo, estas suelen ser brindadas por las autoridades, aunque las buscadoras también gestionan las suyas para que nunca falten durante las jornadas.
A las ocho de la mañana autoridades, solidarios y colectivos de búsqueda se dan cita en el punto de inicio de la búsqueda, ahí Jacqueline en conjunto con otras buscadoras reparte insumos a quiénes participarán en la jornada, posteriormente las autoridades dan algunas indicaciones para quienes participarán durante las jornadas y en este espacio también se dirige un mensaje a los asistentes.
“Les pido que seamos muy minuciosos en la búsqueda, cualquier prenda de vestir, pulseras, collar lo que sea para las familias pueden ser importantes porque tal vez son accesorios que trae alguno de nuestros seres queridos desaparecidos”, remarca Jacqueline antes de dar arranque a la jornada.
Pasadas las diez de la mañana inicia la brigada de búsqueda la cual en esta ocasión fue cerca de donde hace casi un año localizaron los restos de Monse y ahora hay una cruz para recordarla, en cada oportunidad que puede Jacqueline la limpia un poco, pero también ahí le reitera la promesa a su hija de que va a hacer todo lo posible para encontrarla.
Después en conjunto con un grupo más pequeño se dirigen a realizar rastreo en una zona de interés, ahí acompañados por las autoridades revisan algunos en donde por sus características podría haber restos y posteriormente hacen algunos trabajos en este lugar.
“Aquí hay varias células que de repente se expanden y nos dan los reportes, aquí era una zona de interés a descartar porque se encontraron algunos indicios de cal y se hicieron algunos pozos de sondeo para justamente descartar que no hubiera nada abajo”, explicó.
"El sistema nos arrebata todo, menos la dignidad"
Este tipo de jornadas pueden durar alrededor de cuatro o cinco horas en donde se trata de buscar en cada lugar del espacio definido, generalmente las zonas que se definen para este tipo de búsquedas son espacios donde ya se tiene el antecedente del hallazgo de restos de casos recientes así como de larga data, por lo cual lo que se busca al “peinar” la zona es garantizar que no haya más indicios en ese lugar.
Aproximadamente a las cuatro de la tarde todos los integrantes regresan al punto de reunión, ahí se hace un balance de la jornada, se expone lo que se encontró por si alguna familia reconoce alguna prenda y con esto se culmina hasta la siguiente jornada, en el caso de Jacqueline vuelve a casa para preparar todo para su familia y descansar.
“El ser buscadora no es algo que de lo cual me siento orgullosayo creo que el sistema nos arrebata todo menos la dignidad, yo estoy aquí por necesidad, estoy aquí por amor por amor a mi hija y por amor a los demás desaparecidos y sus familias… yo creo que el sistema nos arrebata todo, menos la dignidad y por la dignidad es por lo que nos levantamos”, precisó.
ROA