La madrugada de este martes, el sacerdote Roberto González Ortega, originario de la comunidad de La Moncada, perdió la vida tras impactar su vehículo contra un tráiler detenido sobre la carretera Celaya–Salvatierra a la altura de la comunidad de Cañones, en el municipio de Tarimoro.
El percance ocurrió en una zona donde la circulación se mantenía cerrada debido a los bloqueos realizados por agricultores, quienes desde el lunes mantienen manifestaciones en distintos puntos del estado de Guanajuato.
De acuerdo con los primeros informes, el sacerdote conducía con dirección a Salvatierra cuando se encontró con el tráiler estacionado en medio de la vía.
La falta de visibilidad y la oscuridad del tramo habrían sido factores que contribuyeron al choque. El fuerte impacto provocó que el padre Roberto quedara atrapado entre los restos del vehículo.
Paramédicos y cuerpos de emergencia acudieron al lugar tras recibir el reporte al 911, pero al llegar confirmaron que el sacerdote ya no contaba con signos vitales.
El área fue acordonada por elementos de Seguridad Pública, mientras que personal de la Fiscalía General del Estado llevó a cabo el levantamiento de indicios y ordenó el traslado del cuerpo a la capital del estado, donde se le practicará la necropsia correspondiente.
La noticia del fallecimiento del padre Roberto ha causado profunda tristeza y consternación entre los habitantes de La Moncada y Tarimoro, comunidades donde el sacerdote era ampliamente conocido por su vocación de servicio y cercanía con las familias.
Feligreses y vecinos se han manifestado en redes sociales para expresar su pesar y enviar condolencias a sus familiares, recordando al padre como un hombre entregado, sencillo y comprometido con su labor pastoral.
Los bloqueos carreteros que derivaron en el accidente se mantienen activos en distintos puntos del estado este 28 de octubre, principalmente en los tramos Celaya–Salvatierra, Tarimoro–Acámbaro y algunos accesos hacia Valle de Santiago y Cortazar.
Agricultores han instalado barricadas y retenes con tractores, camiones y costales de maíz, impidiendo el paso de vehículos como medida de presión hacia las autoridades.
Los productores exigen al Gobierno Federal un precio justo para el maíz y el sorgo, ya que aseguran que el costo actual de venta no cubre los gastos de producción y los deja en una situación económica crítica.
También demandan apoyos para insumos agrícolas y fertilizantes, señalando que las condiciones del campo son insostenibles.
A pesar de los llamados de automovilistas y autoridades municipales para liberar las vías, los manifestantes han decidido mantener los cierres indefinidamente hasta recibir una respuesta oficial por parte de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER).
En tanto, corporaciones de seguridad y protección civil mantienen presencia en las zonas afectadas para redirigir el tránsito y evitar nuevos accidentes, como el que cobró la vida del padre Roberto González Ortega.