Es 24 de diciembre y la familia Loredo Jiménez tiene más firme que nunca la noble tradición que les inculcaron sus padres: preparar los tamales para recibir la Nochebuena.
Se trata del matrimonio de don Evaristo Loredo García y doña Victoria Jiménez Díaz, ambos con 87 años de edad y que procrearon nueve hijos, 27 nietos y 24 bisnietos hasta el momento.
La intención es clara: reunirse en la mañana-tarde de esta Navidad para embarrar los tamales y recibir la Nochebuena con una degustación donde, adelantaron, habrá hasta para llevar.
Rocío, una de las hijas de don Evaristo y doña Victoria, comentó que una de las maneras más divertidas de pasar el rato en familia es precisamente organizándose para preparar los tamales y, posteriormente, en la noche, rezar el tradicional Rosario para proceder a degustar los alimentos.
“Sí, mira, somos la familia Loredo Jiménez, y Loredo y más; tenemos ya muchos años, somos una familia muy numerosa. Somos nueve hijos, todos casados, todos con bien; son 27 sobrinos y ya 24 bisnietos. La mayoría venimos en Navidad, rezamos el Rosario y compartimos un poquito los alimentos; una manera de disfrutar más es haciéndolos”, dijo.
Ya que normalmente hacían hasta 500 tamales, en esta ocasión decidieron hacer entre 300 y 350 debido a que la familia, conforme va creciendo, adquiere otros compromisos con sus suegros y no todos pueden asistir con la familia Loredo Jiménez. Algunos de los guisos que prepararon son de carne, frijoles, queso con rajas y hasta de acelgas para todos aquellos que estén en su momento fit.
“Yo creo que vamos a hacer poquitos, unos 300 o 350 más o menos, porque siempre hemos hecho como 500. Este año hicimos menos porque ya la familia va creciendo; los sobrinos también van con los suegros y ya vienen menos personas, pero comoquiera nos preparamos. Preparamos de carnita, de frijolitos con chile colorado, queso y rajas, y yo creo que hasta de acelgas también para los que sean fit”, detalló.
Por último, otra de las cosas que no puede faltar en la tradicional embarrada de tamal es el "chisme" y la plática amena entre la familia.
“Ah sí, aquí empieza con todos desde bien temprano: que quién va a venir, que si no, que por qué no; y a las que no vinieron, pues de seguro echaron mentiras, por eso no vinieron, se han de haber ido a algún lugar... Está el 'chal' de cómo te va, la familia, cuáles son sus proyectos para el próximo año porque ya mero se acaba este año también; entonces, la verdad es divertirse, estar echando el 'chal' y embarrar”, puntualizó Rocío.
Así, la familia Loredo Jiménez dio muestra de una de las tradiciones más icónicas de la zona metropolitana de Monterrey para pasar estas fiestas decembrinas.
nrm
