En la zona sur de Tamaulipas hace falta infraestructura y maestros capacitados para atender la gran cantidad de niños que requieren de educación especializada por autismo, síndrome de down u otros problemas del neurodesarrollo.
Discapacidad intelectual
De acuerdo con el último censo del INEGI en el 2020, Tamaulipas tenía mil 041 niños y adolescentes de 0 a 17 años (aproximadamente el 26% de la población total del estado, que era de 3 millones 527 mil 735 habitantes). de los cuales el 6.8% presentaba alguna discapacidad intelectual, lo que equivale a aproximadamente 70 mil 700 niños.
Esto posicionó a Tamaulipas como el estado número 15 con mayor número absoluto de niños con discapacidades, aunque la tasa es similar al promedio nacional de alrededor del 6.7%.
Estadísticas deben actualizarse
Al respecto, la directora del Centro Educativo y de Estimulación Temprana (CEET), en Ciudad Madero, Paola Alonso Romo, reconoció que este es un problema real, que se debe de atender de fondo y para ello, primero se deben de actualizar las estadísticas para en base a ello, crear un plan de acción.
“Realmente la necesidad es muy grande de la zona Sur hay muy pocos planteles que cuentan con infraestructura y personal capacitado. No hay un parámetro exacto en la actualidad hace falta una estadística para ver cuántos niños con diagnóstico tienen, cuál es la necesidad de cada uno de ellos y que en base a eso comenzar a trabajar".
Explicó que hace 8 años comenzó como terapeuta de lenguaje y atención personalizada para niños con autismo, al ver que la necesidad que fue incrementando y actualmente también integraron el preescolar, ante la petición de los padres de familia que argumentaban que no aceptaban a sus hijos en escuelas públicas o no les daban la atención adecuada.
“Nos especializamos en niños con autismo y síndrome de down, TDAH o algún otro déficit de desarrollo, el objetivo es trabajar con ellos y que alcancen las metas para que puedan ingresar a una primaria sin la necesidad de una maestra sombra acompañante. Que los pequeños entren totalmente independientes, que pueden ir al baño, expresarse, comer solos y hacer sus tareas”.
Alonso Romo dijo que esto requiere de una constante capacitación, porque todos los días hay un reto, hay niños nuevos, reconociendo que no es lo mismo trabajar con un menor regular.
“Todos los tipos de autismo son diferentes, entonces se tiene que aprender a manejarlos, tenerles cariño y sobre todo paciencia porque las crisis se pueden volver un poco excesivas. De no tener atención especializada, puede traer consecuencias en el ámbito cognitivo, más que nada porque hay niños con autismo que no hablan y si no los estimulamos desde temprana edad, nunca lo van a hacer, tampoco leer o escribir”.
Cabe hacer mención que el Centro de Educativo y Estimulación Temprana (CEET) ubicado en la colonia Jardín 20 de Noviembre, también se han realizado caravanas para concientizar a la población sobre la educación especial y tambien se hacen actividades recaudatorias de recursos cuando alguno de los alumnos requiere de alguna operación clínica.