De complexión delgada y voz tranquila, Erick Pineda no parece el tipo de persona que se enfrentaría a un grupo de perros callejeros. Pero por Chocolate, su inseparable pitbull, lo ha hecho sin pensarlo dos veces.
Fue así como el joven de 27 años de edad comenzó a ganar popularidad en TikTok y, en solo cuatro meses, acumular cerca del millón de seguidores.
Sin embargo, la verdadera estrella de la cuenta @chocolatericktt no es él, sino Chocolate, un pitbull de año y medio que ha conquistado a miles con su carisma y que demuestra que la agresividad no depende de la raza, sino de la crianza.
La historia de Chocolate y Erick: el inició de un canal de concientización
En entrevista para MILENIO, Erick recordó que fue a inicios de julio de 2025 cuando comenzó a compartir en TikTok pequeños momentos junto a Chocolate, su compañero de vida. Nunca imaginó el alcance que tendrían.
El primer video, de apenas 22 segundos, mostraba uno de sus paseos rutinarios en bicicleta por las calles del Estado de México, la entidad con mayor número de perros abandonados en el país.
Pero esa publicación llamó la atención de cerca de un millón de usuarios por una razón insólita: al ver que una pequeña jauría se acercaba, Erick se bajó de la bicicleta para defender a un temeroso Chocolate... ladrándoles.
Esta peculiar técnica de Erick para ahuyentar a los perros en situación de calle —y que ya se ha convertido en una de las características más reconocibles de sus videos— tiene su razón de ser.
"Sí me ha dado miedo hacerle frente a los perros, no tanto por la mordida, sino porque desafortunadamente muchos perros tienen enfermedades, pero eso mismo me da valor para hacerlo. No quiero que pase algo que sea irreversible, como que contraiga una enfermedad.
Sí tengo miedo de que me vayan a soltar la mordida, pero me da más miedo perderlo y esa es mi razón de defenderlo", comentó.
Chocolate, un perro pacífico
Erick también compartió con MILENIO que otra razón por la que interviene en estas situaciones es el carácter de su mascota.
Contrario a lo que muchas personas creen cuando ven el tamaño y porte del pitbull, una raza que ha sido víctima de prejuicios, Chocolate es sumamente amistoso y muy nervioso.
"Yo tengo que darle la seguridad. Él viene conmigo, no es que yo venga con él. Yo decidí criarlo y me toca defenderlo".
A finales de julio, un segundo video confirmó lo dicho por Erick. La publicación —que superó los 4.8 millones de ‘me gusta’ y miles de compartidos— muestra un caótico encuentro entre Chocolate y dos perros sin correa, un rottweiler y otro de tamaño similar.
@chocolatericktt #perro #chocolate #pilfrut #paseo #irresponsabilidad #doberman
♬ original sound - ChocolatErick
Durante el altercado, Erick cayó de su bicicleta, pero se levantó de inmediato para proteger a su perro.
"¿Por qué tienen a sus perros sueltos si no son agresivos?", cuestionó el joven. "No importa si son o no agresivos, tienen que tenerlos con correa".
Una crianza respetuosa
Una tarde calurosa de viernes, Erick Pineda recordó que Chocolate llegó inesperadamente a su vida el 29 de abril de 2024, día en el que decidió adoptar un cachorro de la camada de la perrita de su hermano, quien se cruzó por descuido.
"Todo con el ha sido muy espontaneo, muy natural. Yo hago el chiste en mis redes sociales de que fue un perro no deseado, pero es un perro muy amado", explicó sonriente.
En entrevista con MILENIO, reconoció que no esperaba que su pequeño proyecto junto a Chocolate, su inseparable pitbull, creciera con tanta rapidez.
"Estamos muy agradecidos. Hablo por Chocolate porque le gusta mucho que lo saluden", cuenta entre risas. "Yo no me esperaba un boom tan grande, lo más chistoso fue la comunidad que se empezó a crear desde el segundo video que subí, cuando comenzaron a decir que yo parezco la mascota porque le ladro a los perros que se acercan".
A sus 27 años, Erick combina su trabajo como profesor de inglés con la creación de contenido sobre su perro. Para él, sus videos tienen un propósito claro: romper el mito de que los pitbull son agresivos por naturaleza.
"El temperamento, comportamiento o personalidad de un perro no está determinada por la raza, sino por la educación que se les dé", asegura. "Para esas personas que siguen pensando que por ser un pitbull, un pastor alemán o un rottweiler son agresivos, les tengo que decir que no, Todo depende de cómo uno críe a su mascota”.
Por ello, cuando Chocolate llegó a su vida, Erick entendió la gran responsabilidad que había decidido asumir.
"Yo creo que sí es muy importante en general que las personas se concienticen sobre que tener una mascota, tener un ser vivo bajo tu tutela, es una responsabilidad muy grande. Cuando él llegó a mi vida yo me tuve que adaptar a sus horarios porque sus necesidades son lo que más me importa a mí, ¿no?", relató.
Parte de su crianza consiste en paseos diarios que se pueden extender hasta tres horas, tiempo que dedica exclusivamente a su compañero.
"Las actividades del perro son las actividades del perro. Cuando lo saco a pasear, no voy viendo el celular y no voy hablando con otras personas. Por lo tanto, si él quiere socializar, si él quiere olfatear, si él quiere hacer sus necesidades, pues que él haga lo que él quiera".
Pero para Erick, la clave del buen comportamiento de un perro no solo está en la disciplina, sino también en la energía y actitud del dueño.
"La personalidad de uno tiene que ver muchísimo con la crianza de cómo va a ser el perro. Si uno le da seguridad de que todo está bien, tendrá esa energía positiva.
La estigmatización de los pitbull
El debate sobre la peligrosidad de ciertas razas de perros, como los pitbull, ha sido frecuente durante años.
Sin embargo, una investigación de la Universidad de Helsinki de 2021, encabezada por el investigador Hannes Lohi, concluyó que la probabilidad de que un perro sea agresivo no depende únicamente de su raza.
La investigación analizó datos de más de nueve mil perros y concluyó que factores como la genética, el entorno, la socialización y la educación que reciben los animales son determinantes para su comportamiento.
Otros elementos, como la edad, el sexo, el tamaño y la experiencia previa con humanos o con otros perros, también influyen significativamente en la probabilidad de comportamientos agresivos.
No obstante, a pesar de la evidencia científica que muestra que la agresividad de un perro no está determinada por su raza, los pitbull continúan cargando con un fuerte estigma social.
Muchos los perciben como peligrosos, una idea reforzada por reportes periodísticos de ataques y por legislaciones locales que restringen su tenencia. Erick reconoce dicha problemática.
"Lo más complicado no ha sido tanto el comportamiento de mi perro, sino más bien hacer que socialice con otros perros por el mismo estigma que tienen. Muchos se pasan al otro lado de la calle o lo evitan".
"En una ocasión, en un parque llegaron unas personas que estaban muy a la defensiva, sus perros igual. Me dijeron que no podía acceder porque Chocolate era un perro muy grande, cuando sus perros eran del mismo tamaño".
Chocolate en contra de la mutilación estética
Más allá de promover la tenencia responsable y la crianza positiva, Erick también ha usado sus redes para visibilizar prácticas que afectan el bienestar de los perros.
Chocolate conserva sus largas orejas puntiagudas y su cola que mueve frenéticamente cuando está feliz, rasgos naturales que muchos pitbulls no mantienen debido a intervenciones estéticas.
"No le corté las colas ni las orejas porque estoy en contra de todo tipo de maltrato animal, lo castigo muchísimo". compartió Erick.
La práctica de cortarles las orejas (octetomía) y la cola (caudectomía), conocida como mutilación estética, ha sido común en algunas razas para supuestamente “mejorar su apariencia” o por tradición.
Sin embargo, esta intervención es considerada maltrato animal por expertos y legislaciones de muchos países, ya que causa dolor y puede afectar la comunicación y el equilibrio del perro.
"A las autoridades, decir que es momento de que empiecen a regular este tema, es algo que no es aceptable", concluyó.
RMV.