La familia Reyes García tardó cuatro años en construir su casa en Mineral del Monte; sin embargo, ahora no la puede habitar debido a que 150 toneladas de piedra cayeron sobre el inmueble derivado del derrumbe de un muro perimetral de la mina la Dificultad, la cual opera como museo de sitio, por lo que exige a la directora del Archivo Histórico y Museos de Minería, Belem Oviedo Gámez, pagar el costo de la reconstrucción.
A más de un año del derrumbe ocurrido el 4 de octubre, los integrantes de la familia Reyes García iniciaron una batalla legal para que Oviedo Gámez resarza los daños. Interpusieron carpeta de investigación ante la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJEH) por daño a propiedad que actualmente se encuentra en integración contra quien resulte responsable, ya que fueron desplazados de su hogar y ahora tienen que vivir en la Ciudad de México.
Señalaron que Oviedo Gámez ha ignorado las reiteradas peticiones de entregar a la autoridad judicial los estatutos que rigen al archivo histórico, así como algún documento que la acredite a ella, como parte de la investigación.
Casa presenta daños estructurales
Mientras muestran un muro derribado en una habitación, grietas en la mayoría de las paredes, así como ruptura de tuberías de agua y gas, daños en ventanas, puertas y chimenea, la familia Reyes García recuerda que inició la construcción de su patrimonio en 2011, luego de cumplir con los requisitos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) por la cercanía con la mina la Dificultad.
Acusaron que Oviedo Gámez ha sido omisa en reparar la casa que permanece inhabitable por daños estructurales y riesgo de colapso de una recámara, luego que Protección Civil de Mineral del Monte documentó el peligro del inmueble.
Durante conferencia de prensa en la propiedad afectada, la familia Reyes García solicita que la directora del archivo histórico y museos de minería asuma el costo total de la reconstrucción para hacer habitable la casa de nueva cuenta.
Acusan simulación y falta de supervisión
Se trata de un muro de 124 toneladas hecho con mortero, cal y arena, sin cimientos ni castillos o drenes, que se derrumbó la noche del 4 de octubre del año pasado, y en su lugar ya fue levantado otro en las mismas condiciones que el anterior, sin estudio de mecánica de suelos ni proyecto ejecutivo o permiso de la autoridad municipal, por lo que existe el riesgo latente que vuelva a colapsar.
Acusaron que el INAH sabe de las condiciones de este muro y permitió que se volviera a construir con las mismas deficiencias.
La barda originalmente tenía una altura promedio de tres metros y servía como división entre los dos predios. Por instrucciones de Oviedo Gámez, señalaron, fue elevada a casi seis metros de altura y pasó a ser un muro de contención de decenas de toneladas de desecho de otras minas con tal de ampliar un estacionamiento.
Además, acusaron que Oviedo Gámez ha simulado un intento de acuerdo por medio de la justicia alternativa, reuniones donde argumentó no estar facultada por la mesa directiva del archivo histórico para tomar decisiones, pero hacía requerimientos técnicos y cotizaciones, además de que rechazó las propuestas de los afectados para resarcir daños.
Agregaron que el INAH ha permitido sin supervisión alguna las acciones de Oviedo Gámez para alterar dicho patrimonio histórico y omitir dar mantenimiento a la casa que forma parte del acervo cultural, que presenta un deterioro notable en techos y muros con riesgo para los vecinos.