Comerciantes del Centro de León, pertenecientes a al menos 20 familias con hasta 40 años de trayectoria en la zona, se manifestaron este lunes frente a la Presidencia Municipal para exigir una solución definitiva a su reubicación.
Señalaron que desde abril, cuando fueron retirados de las calles Josefa Ortiz de Domínguez y Aquiles Serdán, no han recibido una respuesta clara por parte de las autoridades, situación que se vuelve más crítica con la llegada de la temporada navideña.
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María de la Luz Terán, con más de cuatro décadas de trabajo en el área, recordó que su retiro ocurrió sin previo aviso y sin que se les ofreciera una alternativa real para continuar laborando.
Calificó la decisión como arbitraria y lamentó que, durante meses, las autoridades únicamente han dado “largas”, con citas pospuestas, respuestas ambiguas o compromisos incumplidos.
La comerciante explicó que la situación económica de muchas familias es alarmante, pues hay adultos mayores, personas con enfermedades y hogares donde ya no pueden cubrir necesidades básicas.
“Nos dan citas, nos dejan esperando. Nos atienden, pero no hay solución. No pedimos un nuevo lugar, solo regresar a los espacios donde siempre trabajamos, especialmente en Aquiles Serdán”, expresó Terán, quien señaló que incluso sus propios familiares están atravesando momentos difíciles.
Los manifestantes afirmaron que, pese a la proximidad de diciembre, tampoco han sido reubicados para aprovechar las ventas de la temporada. Indicaron que las respuestas de las autoridades suelen cambiar constantemente: “Un día nos dicen que sí y al siguiente que no”.
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Además, denunciaron que existen espacios disponibles en la zona, pero que les han sido negados a pesar de que muchos llevan décadas trabajando ahí, aunque hoy no cuenten con permisos recientes.
María de la Luz Terán denunció también malos tratos, expresiones ofensivas y actitudes discriminatorias por parte de algunas personas, entre ellos un hombre identificado como “Benito” y el funcionario Carlos Alberto Anaya González, lo que —dijo— ha generado un ambiente tenso y hostil.
“Nos hacen sentir vulnerables y mal vistos, cuando lo único que pedimos es la oportunidad de trabajar en lo que siempre hicimos”, añadió.
Por su parte, la comerciante Ami Zadai González de Jesús relató que lleva ocho meses sin empleo, es madre de tres hijos y ha sido rechazada en distintos tianguis donde ha intentado obtener un ingreso.
Recordó que existe una minuta firmada donde las autoridades se comprometieron a permitirles regresar en una festividad en la calle Leona Vicario, acuerdo que —asegura— no fue respetado.
Aunque señalaron que el dirigente del mercado Hermanos Aldama, Luis Torres, les ha brindado apoyo y facilitado algunos espacios —cuyos costos cubren ellos mismos—, estos resultan insuficientes para la cantidad de comerciantes afectados.
Luego de la protesta, el diputado local de Morena, David Martínez Mendizábal, expresó su respaldo y calificó el caso como una posible “agresión constitucional” contra comerciantes históricos.
Anunció que presentará un exhorto en el Congreso del Estado para denunciar el trato desigual y exigir una solución justa.
“No es posible que para unos sí y para otros no. ¿Cuál es la razón? ¿Discriminación, odio hacia la gente? Vamos a señalar estas prácticas y a exigir que se les devuelvan los lugares donde trabajaron por tantos años”, afirmó.
Los comerciantes reiteraron que trabajar es un derecho y, con pancartas en mano, pidieron respeto, diálogo real y la restitución de los espacios que por generaciones han sido su única fuente de sustento.
