Con globos blancos elevados al cielo y vestidos del mismo color, familiares de Karla, Kenia y Jaime se reunieron este domingo en la parroquia El Señor de los Rayos, en la colonia Mesa Colorada Oriente de Zapopan, a cinco años de su desaparición.
"Estas mujeres y estos papás tienen muchísima fe en que algún día encuentren a su hijo o hija. Todos los días están en mis oraciones. ¿Por qué tanta injusticia, tanta violencia? El mismo ser humano ha acabado con el hombre y la mujer por un y por el deseo de poder", dijo el sacerdote que ofició la misa.

Para las madres, cada año significa volver a vivir el dolor, la incertidumbre y la impotencia de no saber dónde están sus hijos, pero la fe sigue siendo el motor de quienes los buscan.
"Cada año es revivir el sufrimiento, la impotencia, la desesperación. No perdemos la fe, pero es muy doloroso porque revivimos el momento", dijo Ana Lucía Duarte, madre de Kenia.
La misa concluyó con un gesto simbólico: el lanzamiento de globos blancos al cielo, un recordatorio de que la búsqueda continúa.
"Nunca pensamos llegar a cinco años sin encontrarlas, pero seguimos en la lucha. No tenemos miedo, aunque desaparezcan buscadoras como nosotras, vamos a seguir hasta encontrarlos", señaló Margarita Sánchez, madre de Karla.
Después de la misa, los familiares salieron en manifestación pacífica hacia la carretera Saltillo. Allí pegaron lonas y fichas de búsqueda, como un llamado a la memoria colectiva.
"Nuestra vida está en pausa. Dejamos todo por la búsqueda. Aunque haya detenidos, no sabemos dónde están. Suplicamos que nos digan dónde quedaron nuestros hijos", finalizó la madre de Jaime.
Cinco años después, las sillas vacías en sus hogares siguen siendo un recordatorio del vacío que dejaron Karla, Kenia y Jaime.
MC