Es un miércoles cualquiera en un aula escolar de quinto de primaria. Niñas y niños de entre 9 y 10 años se levantan de sus sillas y alzan la mano emocionados para pedir la palabra a la maestra.
“¡Yo, miss, yo!”, piden los estudiantes. Cuando la profesora lo indica cada uno lanza el nombre de un método anticonceptivo: condón, píldora anticonceptiva, pastilla del día siguiente.
A diferencia de otras instituciones, el temario de clase se elige conforme a las necesidades de los alumnos. Cuando la profesora detectó que todavía había muchas dudas sobre sexualidad y métodos anticonceptivos, que el tema era motivo de burla y les daba pena preguntar, entonces preparó la cátedra para que hablaran entre todos al respecto.
¿Dónde está ubicada?
Es la escuela A Favor del Niño en San Jerónimo, alcaldía Magdalena Contreras, en la Ciudad de México. Como su nombre lo indica, la institución escolar prioriza a las infancias, sus problemáticas y las de su comunidad. Recientemente la institución recibió el premio internacional de Mejor Escuela del Mundo en la categoría de colaboración comunitaria. Es la primera escuela mexicana en obtener ese reconocimiento.
En esa categoría participaron escuelas de Sudáfrica, Inglaterra, Italia, Emiratos Árabes Unidos, Pakistán, Argentina, Brasil y Costa Rica. Para la organización internacional T4 Education, con sede en Reino Unido, A Favor del Niño se llevó el primer lugar por transformar los resultados educativos de estudiantes en situación de vulnerabilidad mediante un modelo comunitario de 360 grados, cocreado con las familias. Los resultados a los que se refiere se basan en el promedio de las y los estudiantes, superior a ocho grados en todos los casos, y que el 100 por ciento de las y los egresados logran un lugar en escuelas secundarias de alto rendimiento.
Gana premio mundial
Para los estudiantes, la escuela fue premiada por ser como su segundo hogar, aquí comen, hacen la tarea y actividades recreativas. En una pared de la institución, las niñas, niños y adolescentes escribieron con gises por qué para ellos se merecían ser reconocidos como la mejor escuela del mundo. Frases como “es mi segundo hogar”, porque “me preguntan cómo me siento siempre” o porque “no existe la violencia y eso la hace extraordinaria”, destacan en un fondo negro, junto a dibujos que hicieron los más pequeños.
“A Favor del Niño no es solo una escuela. Normalmente las escuelas están concebidas en el imaginario como estos lugares formativos, pero en A favor del Niño se genera un ecosistema de cuidado, en donde todo lo que pasa aquí adentro está diseñado para atenderlos de forma física, emocional, académica, nutricional, y vemos las diferentes aristas de su crecimiento y las atendemos”, explica a MILENIO Daniela Jiménez Moyao directora general de A Favor del Niño.
La institución busca acompañar a las niñas, niños y adolescentes que viven en contextos de pobreza, colonias marginadas o entornos de violencia, en todo su desarrollo, del año y medio a los 15 años, cuando dejan la escuela para ir a la secundaria. Su misión es atender a las y los estudiantes durante 13 años durante 10 horas al día, para acompañar cada proceso formativo.
Actualmente, tiene 341 estudiantes y más del 50 por ciento son de familias monoparentales, la mayoría madres que en solitario se hacen cargo del hogar, el cuidado, la educación y los gastos. Por muchos años fue el caso de Tania Bernal Alarcón, de 38 años. Ella es cocinera, trabajaba todo el día en un restaurante y no tenía en quién apoyarse para el cuidado de Elian. Por eso, cuando su hermana le recomendó la escuela A Favor del Niño, donde tienen horario extendido y a los niños les brindan alimentación, atención médica, y actividades extracurriculares, además de educación formal, la vio como la mejor opción.
Clases para tutores
Ahora más que una opción es parte de su red de apoyo, círculo de confianza y comunidad, pues también hay clases para padres y madres, donde los orientan para desarrollar habilidades de crianza positiva, con un enfoque de cariño.
“Aquí nos cuidan mucho. Tanto a los niños como a nosotros como papás. Yo he pasado por circunstancias que nos han llevado a pedir ese apoyo, y el sentirte escuchada y que tu hijo lleve un acompañamiento profesional, eso me da mucha tranquilidad, porque hemos tenido mucho avance y yo lo veo en el desempeño de mi hijo y con mi crianza”, cuenta.
Tania ha visto cómo Elian, su hijo de 8 años, quien cursa tercero de primaria, ha ido obteniendo herramientas de autoconfianza y autoestima, tanto así que por dos años ha sido el mejor en oratoria de toda la institución.
“Si voy a escucharme muy mamá gallina, pero mi hijo destaca en la oratoria. Es su segundo año en primer lugar en la oratoria. Y esa seguridad que él ha adquirido, pues yo siento que se lo ha dado la escuela. También como familia, pero para él su escuela es su top”.
Los salones de primaria rodean un amplio patio, donde niñas y niños juegan futbol, basquetbol o saltan la cuerda. Las aulas de maternal y preescolar están situadas entre áreas verdes con resbaladillas y columpios. Todos los salones están decorados por maestras y alumnos con materiales reciclables, y destacan mensajes como: “No necesitamos magia para cambiar el mundo, llevamos todo el poder que necesitamos dentro de nosotros”. Afuera, por seguridad, cuelgan sus mochilas transparentes.
¿Qué otras opciones educativas tiene?
La escuela fue fundada por las Hermanas del Sagrado Corazón y de los Pobres en 1941 como un internado y escuela primaria. Ahora es una institución que tiene desde maternal hasta primaria y educación secundaria complementaria, y ha ido actualizando y cambiando su enfoque pedagógico. Aquí trabajan docentes, psicólogas, enfermeras, cocineras y trabajadores sociales, en total 64 profesionales que conforman una red de cuidado compartido. Es una institución de asistencia privada que se mantiene en pie gracias a donaciones de empresas, organismos y ciudadanos.
Luis Ángel Matamoros, quien es trabajador social de A favor del Niño desde hace 12 años, dice que en su mayoría las familias que llegan a la escuela son provenientes de la alcaldía Magdalena Contreras o aledañas como Álvaro Obregón y Tlalpan, y requieren el horario escolar ampliado por los trabajos de los padres y madres, pero también de la atención médica y nutricional que se les brinda o las actividades recreativas y culturales, que en muchos casos no tienen.
“Muchas de nuestras familias no cuentan con empleos de manera formal y esto trae consigo una inestabilidad económica, no hay un ingreso estable, no hay prestaciones sociales y esto hace que sea difícil acceder a servicios educativos de calidad. A Favor del Niño les permite acceder a servicios educativos de calidad, con una cuota de recuperación que se puede adaptar al presupuesto de las familias”, dice Luis Ángel.
“A veces también su red de apoyo es limitada y es donde A Favor del Niño entra a construir esta red para que las familias estén tranquilas de que sus hijos están recibiendo una atención de calidad”, finaliza.
LG