Ciencia y Salud

Robots en el quirófano: la cirugía del futuro ya trasplanta riñones con menos dolor y más precisión

Esta tecnología promete menos infecciones, mejor cicatrización y una recuperación más rápida

En una sala quirúrgica de la Clínica Mayo en Arizona, Carrie C. Jadlowiec, cirujana de trasplantes, comanda una consola a pocos pasos del paciente. Frente a ella, los brazos del robot Da Vinci replican sus movimientos con una precisión milimétrica. No hay bisturíes grandes ni largas cicatrices.

Se trata de cirugía robótica aplicada a los trasplantes renales, una técnica que, aunque aún emergente, está comenzando a transformar radicalmente esta rama de la medicina.

“La cirugía robótica nos permite realizar incisiones más pequeñas, con menos dolor postoperatorio y menor riesgo de infecciones o hernias”, explicó Jadlowiec, quien lidera el programa de trasplante robótico en uno de los centros de trasplantes más importantes de Estados Unidos.


Si bien la tecnología no es nueva, su aplicación en trasplantes de órganos marca un punto de inflexión.

Los beneficios clínicos son evidentes. Mientras una incisión tradicional en un trasplante renal mide entre 10 y 12 centímetros, con el robot se reduce a una de 5 centímetros y tres incisiones adicionales de apenas 8 milímetros. Esta disminución tiene implicaciones clínicas directas: menos infecciones, mejor cicatrización y una recuperación más rápida, especialmente en pacientes con obesidad o enfermedades crónicas.

“Muchos de nuestros pacientes ya no regresan por complicaciones. La forma y ubicación de las incisiones —mucho más pequeñas y en zonas menos expuestas al movimiento o la humedad— hacen que la recuperación sea más limpia y rápida”, explicó.

Además, la estancia hospitalaria se reduce considerablemente. Los pacientes que se someten a cirugía robótica suelen ser dados de alta en dos o tres días, en comparación con los cuatro o cinco que exige la técnica convencional.

La expectativa es lograr que quienes se sometan a dicho procedimiento robótico puedan ser dados de alta incluso antes de lo previsto.

En promedio, una cirugía robótica de trasplante renal toma entre 4 y 4.5 horas, es decir, una hora más que una operación convencional. Sin embargo, este tiempo se atribuye principalmente al montaje y calibración del robot, no al procedimiento en sí.

“Con cada cirugía, ganamos experiencia. Somos más rápidos y eficientes. Esperamos que esa diferencia de tiempo se reduzca significativamente antes de que acabe el año”, asegura Jadlowiec.

Desde febrero de 2025, cuando realizaron su primer trasplante robótico, el equipo de Jadlowiec ha completado seis procedimientos renales de este tipo.

Por ahora, solo se realizan trasplantes robóticos con donantes vivos, debido a que los tiempos quirúrgicos deben ser muy controlados. Sin embargo, el equipo ya trabaja para poder aplicar esta tecnología en casos de donantes fallecidos, donde la cirugía no puede programarse con tanta anticipación y los tiempos son menos predecibles.

Carrie C. Jadlowiec, cirujana de trasplantes
Carrie C. Jadlowiec, cirujana de trasplantes


-¿CÓMO FUNCIONA LA CIRUGÍA ROBÓTICA?

El robot Da Vinci no sustituye al cirujano. Pero sí redefine el modo en que se hacen los trasplantes. Con sus brazos articulados, visión tridimensional y precisión casi perfecta, representa un avance en seguridad, recuperación y calidad de vida para el paciente.

“El robot no está programado para operar solo. El cirujano está completamente al mando, sentado frente a una consola. Lo que hace el robot es traducir nuestros movimientos con una precisión superior a la de la mano humana”, aclaró Jadlowiec.

Desde la consola, el médico controla cada brazo robótico con una visión ampliada del campo quirúrgico. Los instrumentos son insertados a través de pequeños puertos y manejados con movimientos tan delicados que permiten, por ejemplo, suturar vasos sanguíneos de apenas unos milímetros.

Los instrumentos, largos y delgados, entran al cuerpo a través de pequeñas incisiones y replican los movimientos del cirujano con extrema precisión.

En un video que compartió durante la entrevista, se observa cómo los instrumentos robóticos se encargan de unir la arteria del riñón trasplantado con la del receptor. Cada punto de sutura es ejecutado con exactitud milimétrica, en un entorno quirúrgico estable, sin temblores, sin sobresaltos.

Cada procedimiento implica un equipo multidisciplinario altamente capacitado. Aunque el robot ejecuta los movimientos, detrás de cada cirugía hay decenas de especialistas: cirujanos, anestesiólogos, enfermeros quirúrgicos, técnicos en robótica y personal de recuperación postoperatoria.

Aunque la implementación de esta tecnología aún es limitada en países como México —donde apenas unos pocos hospitales privados y de alta especialidad públicos cuentan con equipos similares—, la especialista es optimista de que la tecnología avanza tan rápido que es cuestión de tiempo de que llegue a diversas unidades médicas.

“La tecnología está volviéndose más común, y muchos cirujanos jóvenes ya están siendo entrenados directamente en cirugía robótica. Es solo cuestión de tiempo para que se expanda a más hospitales, incluso públicos”.
cirugía convencional
Imágen representativa de una cirugía convencional | Especial


Mientras tanto, en Mayo Clinic, el futuro ya está aquí. Para el año próximo, el equipo espera realizar hasta 25 trasplantes robóticos y comenzar a explorar su uso en trasplantes hepáticos. Si los resultados continúan siendo tan positivos, la cirugía robótica no será solo una opción, sino probablemente el nuevo estándar en trasplantes.

“La tendencia en cirugía es clara: menos invasiva, más precisa y con mejores resultados. La robótica está marcando el camino”, detalló Jadlowiec.

TÉCNOLOGÍA DEL FUTURO

Para lograr expandir la tecnología es fundamental invertir en formación médica e infraestructura. “Los estudiantes actuales tienen menos barreras tecnológicas y están abiertos a estas nuevas herramientas. Si reciben la capacitación adecuada, ellos llevarán esta técnica mucho más lejos”, afirmó.

Para Jadlowiec, no hay duda: la robótica no es una moda ni una herramienta secundaria. Es el inicio de un cambio estructural en la forma en que se hace medicina quirúrgica.

“A mí me entrenaron en cirugía abierta y luego laparoscópica. Pero aprendí cirugía robótica ya como especialista. Las nuevas generaciones van a empezar directamente con esta tecnología. Para ellos, esto no será el futuro: será lo normal”, señaló Jadlowiec.

Por ello, la especialista compartió con médicos mexicanos, del ámbito privado y público, los avances con la cirugía robótica.

La cirugía robótica no debe verse como una opción sofisticada, sino una herramienta que —con precisión, eficiencia y menor invasiva— está marcando el camino hacia una nueva era en los trasplantes.

Por ahora la cirugía robótica, en Clínica Mayo, se limita a trasplantes de riñones y, únicamente contempla a donantes vivos. “Ya estamos planeando hacer trasplantes de hígado asistidos por robot. Es un procedimiento más complejo, pero si los resultados siguen siendo tan positivos, será el siguiente gran paso”, reveló.

“Estamos ante una herramienta poderosa que está cambiando nuestra forma de operar y de pensar en la cirugía”, concluyó Jadlowiec.


Google news logo
Síguenos en
Blanca Valadez
  • Blanca Valadez
  • Periodista formada en la UNAM. Con 33 años de oficio, impulsada por la curiosidad y la aventura. Ha captado la voz de ilustres como Octavio Paz y Carlos Fuentes. Hoy explora los enigmas del cuerpo y la mente en relatos que resuenan en prensa, TV, radio y web.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.