Es una pregunta que se hace mucha gente: ¿Qué se siente al morir? Muchas personas que han pasado por experiencias cercanas a la muerte aseguran haber visto la vida pasar delante de sus ojos, otros hablan de una luz al final de un túnel o bien de experiencias extracorporales.
Un estudio realizado en Estados Unidos revela que en el momento de la muerte, nuestro cerebro realmente permite que afloren recuerdos. Al menos esto es lo que sugieren las ondas cerebrales de un paciente justo en el momento de su fallecimiento.
El hecho de que se haya registrado esta actividad cerebral se debe a una coincidencia. Un paciente de 87 años, que había sido operado de la cabeza tras una caída y sufría de ataques epilépticos, estaba siendo monitorizado mediante electroencefalografías (EEG). Durante una de estas grabaciones, que registran la actividad eléctrica del cerebro, el paciente sufrió un infarto y murió.
Neuroscientists recorded the brain activity of an 87-year-old as he died from a heart attack while using electroencephalography (EEG) to treat his seizures
— Daily Mail Online (@MailOnline) February 23, 2022
+ It is the first time ever that scientists have recorded the activity of a dying human brain, according to the team pic.twitter.com/1zHx7pj4JC
Según informan los científicos en la revista especializada "Frontiers in Aging Neuroscience", se registraron 15 minutos de actividad cerebral mientras el paciente moría.
"Nos centramos en lo que ocurrió en los 30 segundos anteriores y posteriores al ataque al corazón", explicó el director del estudio, Ajmal Zemmar, neurocirujano de la Universidad de Louisville, Estados Unidos.
"Justo antes y después de que el corazón dejara de latir, observamos cambios en un rango específico de frecuencias de las oscilaciones neuronales, llamadas también oscilaciones gamma, pero también en otras como las oscilaciones delta, zeta, alfa y beta", puntualizó el especialista.
Estas ondas cerebrales trazan patrones de actividad neuronal rítmica. Las diferentes ondas se asocian a diversas funciones, y los patrones de frecuencia descritos en el estudio son similares a los que se producen al meditar o recordar. Esto sugiere, especula Zemmar, que poco antes de la muerte el cerebro puede estar reproduciendo a través de estas oscilaciones recuerdos finales de acontecimientos importantes de la vida, "similares a las experiencias cercanas a la muerte".
Una posible explicación es que en el momento de la muerte, aumenta el contenido de dióxido de carbono en las células, provocando un cambio en el sistema eléctrico del cerebro y en el metabolismo cerebral.
Brain activity visualization. The activity was recorded using electroencephalography (EEG):#neuroscience pic.twitter.com/JmwvCYPoLL
— ????Slava Bobrov (@slava__bobrov) January 23, 2022
En un cerebro moribundo, cuando la circulación sanguínea se detiene, las células nerviosas dejan de comunicarse entre sí y las células envían un último mensaje eléctrico.
Para el neurocirujano Zemmar, el estudio actual encierra una esperanza para los seres queridos:
"Lo que podemos aprender de esta investigación es que, incluso cuando nuestros seres queridos han cerrado los ojos y están listos para descansar, sus cerebros pueden estar reproduciendo algunos de los momentos más hermosos que han vivido", asegura.