La industria de la nanotecnología, que pasó de 100 mil millones en 2002 a 800 mil millones de dólares en 2015, se convertirá en un factor determinante en la economía mundial, por lo que las universidades deben buscar las certificaciones necesarias para estar a la altura de la demanda internacional de especialistas, aseguró Eugenio Sánchez Arreola.
El especialistas señaló que la competitividad económica de los países podría verse afectada si no se preparan para "el nuevo salto tecnológico", donde la nanotecnología es una herramienta definitiva para la revolución industrial del siglo XXI.
Por ello, consideró Sánchez Arreola, las universidades e instituciones académicas deben buscar las certificaciones necesarias para estar a la altura de la demanda internacional de especialistas, como en el caso de la Universidad de las Américas Puebla, que obtuvo la acreditación internacional del programa de licenciatura en Nanotecnología e Ingeniería Molecular por la Royal Society of Chemistry.
El director académico del Departamento de Ciencias Químico-Biológicas de esta universidad enfatizó que dicha acreditación significa una gran paso ya que representa los esfuerzos que se están haciendo para el desarrollo de la investigación científica en la materia.
Hoy más que nunca "es necesario formar profesionistas altamente capacitados para aportar nuevos potenciales y soluciones a las nanociencias”, cuyas aplicaciones abarcan ámbitos como salud, energía, alimentación, agricultura, medio ambiente y las industrias farmacéutica, cosmética, química, aeronáutica e informática.
Esta disciplina, afirmó, revive incluso esperanzas que otros avances científicos ya habían despertado, como encontrar la cura a cientos de enfermedades, regenerar órganos y tejidos dañados, extender la vida y hasta potenciar las capacidades neuronales de los seres humanos.
Es por eso que los estudiantes en nanotecnología “requieren de una formación académica amplia, que incluya diversas disciplinas, con el objetivo de que puedan ser capaces de diseñar, sintetizar, analizar y explotar las propiedades de nuevos materiales para el desarrollo científico y el beneficio de la sociedad”.
Sánchez Arreola exhortó a la comunidad científica y académica a mantener los estándares de calidad educativa en el rubro, por ejemplo, una planta docente calificada, contar con infraestructura de vanguardia y mantener un constante mejoramiento de los planes de estudio.
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