Un nuevo brote ha comenzado a preocupar a los habitantes de México debido al aumento de contagios de fiebre escarlatina en distintas regiones del país. Las autoridades sanitarias han emitido alertas para reforzar la atención médica ante el incremento de casos registrados.
En MILENIO te contamos cuáles son los síntomas y por qué es importante estar atentos a cualquier señal que pueda indicar la presencia de esta enfermedad, así como las medidas que pueden ayudar a prevenir su propagación.
¿Qué es la fiebre escarlatina?
La fiebre escarlatina, también llamada escarlatina, de acuerdo con Medline Plus, es una enfermedad causada por la bacteria estreptococo del grupo A, la misma responsable de la faringitis estreptocócica.
Comúnmente se presenta en menores asistentes a educación básica, aunque puede contagiarse en cualquier edad. Se transmite principalmente por contacto directo con una persona infectada, a través de gotículas de saliva al toser o estornudar. También puede propagarse al compartir objetos como vasos o cubiertos.
De acuerdo con el boletín emitido por Dirección General de Epidemiología, en lo que va del año hasta el 21 de julio se han registrado 811 casos entre hombres y mujeres, destacando tan solo 87 casos en la Ciudad de México.
En comparación al 2024, donde hubo 879 en todo el año, la cifra del 2025 está muy cerca de alcanzar y posiblemente superar estos números, lo que despierta una señal de alerta entre los principales sectores de salud.
¿Cuáles son los síntomas?
La Secretaría de Salud contiene un boletín informativo en el que advierte sobre su propagación y prevención, algunos de los síntomas para identificarlo son:
- Fiebre mayor a 38 °C
- Dolor y enrojecimiento de garganta
- Aparición de un salpullido rojo que comienza en cuello y pecho y se extiende por el cuerpo
- Erupción con textura similar al papel de lija
- Lengua hinchada con puntos rojos (“lengua de fresa”)
- Dolor de cabeza
- Dolores musculares
- Escalofríos
- Náuseas, vómitos o malestar general
- Dolor abdominal
- Enrojecimiento intenso en los pliegues de axilas e ingles
- Desprendimiento de piel en dedos de manos, pies o ingles
Cabe destacar que, pese a que esta enfermedad puede ser pasajera, si no se llega a tratar correctamente, podría complicarse, llegando a los siguientes extremos compartidos por el IMSS:
- Fiebre reumática aguda, que puede afectar al corazón, las articulaciones, la piel y el cerebro.
- Inflamación en los riñones que suele aparecer unos días después de la infección.
- Infecciones en otros órganos, como otitis, sinusitis, neumonía o abscesos en los ganglios linfáticos.
- Daño renal o hepático en casos graves o no tratados adecuadamente.
- Líneas de Beau, surcos transversales en las uñas que pueden aparecer semanas o meses después de la enfermedad.
- Efluvio telógeno, una pérdida temporal de cabello que puede presentarse tras la infección.

¿Cómo tratarlo?
Ante cualquier síntoma de fiebre escarlatina, es fundamental acudir al médico para recibir diagnóstico y tratamiento oportuno. La Secretaría de Salud también ha compartido medidas que ayudan a disminuir la fiebre y mejorar el bienestar del paciente mientras sigue la atención médica.
Entre estas recomendaciones se incluyen guardar reposo, mantenerse bien hidratado y seguir al pie de la letra el uso de antibióticos recetados durante al menos 10 días. Además, se sugiere evitar el contacto con otras personas para reducir el riesgo de contagio.
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