Ciencia y Salud

Las explosiones de Analco: así fue el trágico accidente químico que marcó la historia de México

El evento provocó la desaparición de 69 personas, más de mil lesionados y 212 muertes, según reportes oficiales.

La señal ya estaba en el aire, los vecinos de la calle Gante, en Guadalajara, Jalisco,  lo reportaron a las autoridades: las alcantarillas despedían un fuerte aroma a gas y pequeñas columnas de humo. Aquella mañana del 22 de abril de 1992 marcó la historia de los habitantes de Analco.

De acuerdo con los reportes oficiales, eran alrededor de las 10:05 horas cuando el suelo comenzó a explotar. La serie de detonaciones se extendió por más de ocho kilómetros dando como resultado uno de los accidentes químicos más letales que ha vivido el país.

¿Qué es un accidente químico y cómo ocurrió la tragedia de Analco?

Los accidentes químicos tienen diversos orígenes, entre los que se incluyen “fallas operativas en los procesos industriales y equipos, errores humanos, fenómenos naturales y actos intencionales”, como señala el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred). 

Uno de estos eventos puede provocar la liberación de gases a la atmósfera, el derrame de sustancias peligrosas, incendios y explosiones. Sus efectos repercuten tanto en el ambiente, como en la infraestructura de las ciudades y las vidas humanas, como ocurrió en Analco.

Las consecuencias de las explosiones de 1992 fueron significativas y duraderas, incluyendo la contaminación del suelo y el agua así como la alteración de los ecosistemas locales. El accidente causó un impacto directo e indirecto en un área de aproximadamente 250 hectáreas, según reportó el periodista Agustín del Castillo, en 2017.

 El gobierno federal indicó que la serie de explosiones que afectaron a la comunidad fueron provocadas por un derrame de gasolina en una tubería utilizada para transportar combustible de Salamanca a Guadalajara.

México ha experimentado números accidentes con sustancias químicas, algunos de ellos han tenido sus orígenes en errores humanos.
Mapa de las zonas afectadas por las explosiones | IIEG Jalisco

El hidrocarburo llegó al colector de aguas residuales, ahí comenzaron a acumularse vapores inflamables que no pudieron dispersarse debido a las obras de construcción de un sifón por debajo de la Calzada Independencia. El suelo se convirtió en la tapadera de una gran olla de presión.

Las primeras explosiones se dieron una vez que los vapores de gasolina alcanzaron la temperatura mínima en la que se incendian, los científicos conocen a este fenómeno como punto de ignición.

Minutos después de las 10:00 horas, las calles de la colonia y aledañas fueron borradas. Las detonaciones abrieron la Tierra, dejando surcos de 5 metros de profundidad a lo largo de 8 kilómetros, más de mil viviendas y negocios se perdieron en un instante.

Los autos salieron expulsados y terminaron sobre los techos de las casas. El pavimento quedó despedazado y las construcciones se convirtieron en esqueletos de cemento, sólo quedaron trabes y castillos en pie.

De acuerdo con un documental elaborado por el Colegio de Jalisco, poco antes de que la comunidad volara en pedazos, el entonces director del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado, Gualberto Limón, y Aristeo Mejía Durán, titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Rural, se reunieron con el entonces gobernador de Jalisco, Guillermo Cosío Vidaurri.

“Recién había regresado de la Ciudad de México [...] Ahí fue donde el ingeniero Aristeo Mejía Durán [...] me informó que había un problema y el ingeniero Gualberto Limón me daba los pormenores de una fuga de una aceitera que ya se había resuelto”, aseguró Cosío Vidaurri.

La tragedia resultó ser peor de la que cualquiera se hubiera imaginado. Según la investigación de la institución jalisciense, existen reportes de que la fosa de clavados del Consejo Estatal para el Fomento Deportivo se llenó de formol para colocar ahí los restos de las víctimas.

México ha experimentado números accidentes con sustancias químicas, algunos de ellos han tenido sus orígenes en errores humanos.
Los días anteriores al siniestro, los ciudadanos reportaron a las autoridades que las alcantarillas emitían un fuerte olor a gasolina | Cenapred

“Los [cuerpos] que sí estaban completos se fueron acomodando en la cancha de basquetbol”, señaló un testigo en el documental.

Se estima que los daños económicos alcanzaron los 10 millones de dólares. Sin embargo, por años se ha denunciado disparidad en los datos: de manera extraoficial se llegaron a reportar entre 257 y 700 personas fallecidas y 2 mil lesionados. Las cifras dadas a conocer por el gobierno señalan 121 decesos, 69 personas desaparecidas y mil 800 lesionados.

Lo que hubo detrás de la explosión

“Se estaba presentando un fenómeno completamente desconocido. Los bomberos nunca supimos lo que había en el drenaje. De haber tenido el equipo, de haber conocido el fenómeno, cualquier dependencia hubiera tomado una decisión oportunamente”, señala el testimonio de un bombero recuperado por el Colegio de Jalisco.

Tuvo que pasar una década para conocer más respecto a lo ocurrido la mañana del 22 de abril. Fue el mismo día, pero de 2002, que los periodistas Juan Carlos Núñez, Diego Petersen y Sergio René de Dios dieron a conocer lo revelado por fuentes de Petróleos Mexicanos (Pemex): la tragedia fue resultado de un error de bombeo de gasolina desde la planta de Salamanca.

La nota principal de la edición señalaba que la noche del 21 de abril, los operadores cerraron las válvulas de un ducto que transportaba gasolina 20 minutos antes de lo previsto. Esto hizo que el bombeo continuara en el otro extremo, aumentando la presión dentro del tubo.

La corrosión del ducto junto con la presión excesiva provocó pequeñas fugas múltiples. En pocas horas, grandes cantidades de gasolina se filtraron al suelo y llegaron a un colector subterráneo.

A la mañana siguiente, los operadores de Pemex detectaron un derrame masivo cerca de la planta. Aunque no hubo una ruptura total, hubo muchas fugas que, al final, llevaron a una gran explosión 30 horas después.

En diversos documentos se ha dado a conocer que las autoridades contaban con reportes de olor a gas desde horas antes del accidente. En un primer momento, y poco después de la tragedia, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) había declarado que las detonaciones fueron causadas por la acumulación de hidrocarburos y solventes provenientes, principalmente, de la zona industrial con aportaciones a los talleres mecánicos y pequeñas industriales próximas al colector intermedio de oriente.

A 33 años de la tragedia, el Cenapred recomienda no tirar gasolina, aceite de autos o productos químicos en las alcantarillas. Separar estos residuos y llevarlos a lugares especializados donde puedan ser tratados de manera segura es vital para evitar la contaminación y reducir los peligros que conlleva su manejo como lo son incendios, explosiones o daños a la salud.

¿Qué otros accidentes químicos ha experimentado México?

La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) y Cenapred cuentan con un compendio de Eventos relevantes asociados a peligros en México desde 1810.

Además de fenómenos geológicos, epidemias, pandemias, ciclones, e inundaciones, el registro toma en cuenta los peores accidentes químicos registrados en el territorio, los cuales fueron retomados en el listado considerando el número de personas afectadas y los daños al ecosistema.

México ha experimentado números accidentes con sustancias químicas, algunos de ellos han tenido sus orígenes en errores humanos.
las explosiones se debieron al derrame de gasolina del poliducto Salamanca-Guadalajara en la colonia Álamo Industrial

Aun cuando en el siglo XIX inició la revolución industrial, no existen registros relacionados con fugas, derrames, incendios y explosiones con sustancias químicas en el país antes del siglo XX.

El primero ocurrió el 19 de septiembre de 1984 en Tlalnepantla de Baz, donde se registraron una serie de explosiones provocadas por la ruptura de una tubería de gas LP, el resultado: las edificaciones ubicadas en un radio de 300 metros del incidente quedaron destruidas, 926 personas sufrieron lesiones y 503 perdieron la vida.

Un 26 de octubre de 1999, la tranquilidad de Celaya, Guanajuato, se vio interrumpida por el fuerte estallido de un almacén ilegal de fuegos artificiales. En el accidente murieron 72 personas.

La tragedia ocurrida en la Guardería ABC también es considerada un accidente químico. Fue el 5 de junio de 2009, en Hermosillo, Sonora, que se registró el incendio en las instalaciones. Los menores que se encontraban ahí fueron las principales víctimas: ante las llamas y los humos tóxicos, 49 de ellos perdieron la vida.

El último dentro de la lista ocurrió el 18 de enero de 2019, en Tlahuelilpan, Hidalgo: una explosión masiva seguida de un poderoso incendio provocaron la muerte de 137 personas y decenas de heridos.

El accidente sucedió en el poblado de San Primitivo, donde un grupo de personas se había reunido para recolectar el combustible que brotaba de una toma clandestina ubicada en un ducto de Pemex.


LHM 

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Lizeth Hernández
  • Lizeth Hernández
  • Más que contar, me gusta escuchar historias. Egresada de la FCPyS, UNAM, escribo para interpretar a una ciudad que se devora a sí misma. Actualmente cubro temas de ciencia, salud y en ocasiones, relatos del pasado.
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