Cuando pensamos en ansiedad, la imagen que suele venir a la mente es la de un ataque de pánico: corazón desbocado, dificultad para respirar, una sensación de catástrofe inminente. Pero, ¿qué pasa si la ansiedad es mucho más sigilosa?
La Dra. Ellen Hendriksen, psicóloga clínica de la Universidad de Boston, advierte que millones de personas sufren de ansiedad sin saberlo, porque sus síntomas no encajan en el molde dramático. A menudo, la ansiedad se disfraza de irritabilidad, procrastinación, dolores de estómago inexplicables o la compulsión de tener todo bajo un control perfecto. Reconocer estas "máscaras" es el primer y más crucial paso para recuperar la calma y el control de nuestra vida.

¿Por qué la ansiedad es conocida como ‘la gran imitadora’?
La ansiedad es, en su núcleo, una respuesta del sistema nervioso a una amenaza percibida. Es el sistema de alarma del cuerpo. Cuando esta alarma está constantemente encendida, aunque sea a bajo volumen, el cuerpo y la mente reaccionan de formas que no siempre asociamos con el miedo.
Se le llama "la gran imitadora" porque sus síntomas pueden confundirse fácilmente con problemas de carácter, enfermedades físicas o simple estrés.
El problema es que, al no identificar la raíz del problema, la ansiedad subyacente, tratamos los síntomas de forma equivocada. Tomamos analgésicos para un dolor de cabeza tensional sin abordar la preocupación que lo causa, o nos frustramos con nuestra propia "pereza" o procrastinación sin darnos cuenta de que es el miedo al fracaso lo que nos paraliza.

¿Cuáles son las máscaras más comunes de la ansiedad?
Según la Dra. Hendriksen y otros expertos en salud mental, la ansiedad funcional o de bajo grado a menudo se manifiesta de las siguientes maneras.
Cabe destacar que esta es una lista de verificación para la autoobservación, no para el autodiagnóstico.
1. Irritabilidad y enojo:
- Cómo se ve: te enfadas por cosas pequeñas, tienes poca paciencia con los demás, sientes una tensión constante o respondes de forma cortante.
- Por qué es ansiedad: cuando el sistema nervioso está en modo "lucha o huida", es mucho más propenso a percibir las interacciones neutrales como ataques. La irritabilidad es a menudo la manifestación externa de un miedo o una preocupación interna que no sabemos cómo expresar.

2. Fatiga y agotamiento inexplicables:
- Cómo se ve: te sientes cansado todo el tiempo, incluso después de dormir 8 horas. Te cuesta trabajo levantarte por la mañana y necesitas siestas para pasar el día.
- Por qué es ansiedad: estar en un estado de alerta constante consume una cantidad enorme de energía física y mental. Tu cuerpo está quemando recursos como si estuviera corriendo un maratón, incluso cuando estás sentado en tu escritorio.
3. Dolores y malestares físicos crónicos:
- Cómo se ve: dolores de cabeza tensionales, rigidez en el cuello y los hombros, problemas digestivos como hinchazón, síndrome de intestino irritable, dolor de mandíbula por apretar los dientes o bruxismo.
- Por qué es ansiedad: la ansiedad crónica provoca una tensión muscular constante. Además, el eje intestino-cerebro es extremadamente sensible al estrés, lo que explica por qué las preocupaciones a menudo se sienten, literalmente, en el estómago.

4. Perfeccionismo y procrastinación: las dos caras de la misma moneda
- Cómo se ve: pasas horas revisando un correo electrónico antes de enviarlo (perfeccionismo) o evitas empezar una tarea importante porque sientes que no puedes hacerla perfectamente (procrastinación).
- Por qué es ansiedad: ambos comportamientos nacen del miedo. El perfeccionismo es el miedo a la crítica o al fracaso, que intentas controlar prestando una atención obsesiva a los detalles. La procrastinación es el mismo miedo, pero manifestado como evitación.
5. Necesidad de control y microgestión:
- Cómo se ve: planificas cada detalle de tus vacaciones, necesitas saber exactamente qué va a pasar en cada situación, te sientes muy incómodo con la incertidumbre o intentas controlar las acciones de los demás.
- Por qué es ansiedad: cuando el mundo interior se siente caótico e inseguro, intentamos compensarlo creando una sensación de orden y previsibilidad en el mundo exterior. Es un intento de manejar la ansiedad controlando lo que nos rodea.

¿Cómo diferenciar entre estrés normal y un posible trastorno de ansiedad?
El estrés es una respuesta a un factor estresante específico y suele desaparecer cuando el factor desaparece, por ejemplo, el estrés por un examen termina cuando entregas el examen.
La ansiedad, sin embargo, persiste incluso en ausencia de una amenaza inmediata. La clave para diferenciarla está en tres factores, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5):
- Intensidad: la reacción emocional es desproporcionada con respecto a la situación.
- Duración: los sentimientos de preocupación y los síntomas físicos son persistentes y duran semanas o meses.
- Impacto: los síntomasinterfieren significativamente con tu vida diaria: tu trabajo, tus relaciones, tu capacidad para disfrutar de las cosas.
¿Qué primer paso puedo dar si me identifico con estos síntomas?
Reconocer que lo que sientes podría ser ansiedad es un acto de valentía y el paso más importante. El siguiente no es autodiagnosticarse, sino empezar a observar.

- Lleva un diario de síntomas: durante una semana, anota cuándo sientes irritabilidad, fatiga o dolor de estómago. ¿Qué estabas pensando o haciendo justo antes? Este ejercicio te ayuda a encontrar patrones y a conectar los síntomas físicos con los disparadores mentales.
- Practica la pausa consciente: cuando notes que estás cayendo en un patrón (como revisar tu celular compulsivamente), detente. Respira hondo tres veces. Pregúntate: "¿Qué estoy sintiendo ahora mismo? ¿De qué estoy tratando de distraerme?".
- Habla con alguien de confianza: compartir lo que sientes puede reducir enormemente el peso. Escuchar un "a mí también me pasa" es increíblemente validador.
- Considera la ayuda profesional: un terapeuta o psicólogo puede proporcionarte herramientas basadas en la evidencia, como la Terapia Cognitivo-Conductual, para gestionar la ansiedad de raíz. Buscar ayuda no es un signo de debilidad, sino de inteligencia emocional.
Entender que la ansiedad tiene muchas caras nos libera de la autocrítica. No eres "irritable", "perezoso" o "débil". Eres una persona cuyo sistema de alarma está trabajando horas extras, y aprender a regularlo es una habilidad que puede cambiar tu vida.

YRH