Para el gobernador Jaime Rodríguez Calderón nadie hizo nada malo ni fuera del marco de la ley al contratar de manera directa al despacho Canales Dávila, cuyo socio es Bernardo Canales Fausti, sobrino del fiscal anticorrupción, Ernesto Canales Santos.
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Al cuestionarle que sobre esta misma situación la Fiscalía Anticorrupción está persiguiendo penalmente a ex subsecretarios de la entonces Secretaría de Desarrollo Económico, el mandatario estatal insistió en que se actuó apegado a derecho en la contratación del despacho Canales Dávila.
"Nosotros no estamos enjuiciando a nadie porque haya contratado un tema de ser o no familiar, es decir, no lo contrató Ernesto Canales, fue la Secretaría de Economía y Trabajo (SEyT), y ahí no trabaja Ernesto Canales, Ernesto Canales es el subprocurador de investigaciones en el tema de corrupción.
"Y en éste es evidente que no estamos haciendo nada malo, nadie hizo nada malo, es la contratación de un despacho, punto, para hacer un trabajo específico, si ese contrato está cuestionado porque fue mal pagado o fue mal hecho, entonces sí estamos haciendo (algo malo)", dijo.
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Cuando se le preguntó nuevamente por qué la SEyT pidió la contratación directa de ese despacho y no convocó licitación, Rodríguez Calderón contestó que son contratos que se hacen asignados y no necesariamente por licitación.
"Está en la ley y se respeta la ley", subrayó.
Este martes se dio a conocer que el titular de la Secretaría de Economía y Trabajo del Estado (SEyT), Fernando Turner Dávila, presentó una solicitud a la Tesorería estatal para que el despacho de abogados Canales Dávila SC fuera contratado de manera directa y no por licitación pública.
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El documento que MILENIO Monterrey posee indica que la SEyT dirigió una solicitud al director de Adquisiciones y Servicios Generales, Gonzalo Padilla Orozco, para que sometiera a consideración del Comité de Adquisiciones Estatal dicha petición.
Pese a que el documento justifica la contratación directa bajo el artículo 42 de la Ley de Adquisiciones del Estado; el nexo sanguíneo entre el subprocurador anticorrupción, Ernesto Canales, y su sobrino Bernardo Canales Fausti, integrante del despacho, delata un presunto conflicto de interés.
PZVB
