Un alto diplomático chino dijo que Pekín quiere evitar una guerra comercial con Estados Unidos y trató de presentar a su país como el defensor del sistema de comercio mundial, justo un día después de que Donald Trump amenazó a Europa con sanciones adicionales más allá de los impuestos punitivos de la semana pasada al acero y el aluminio importados.
“Hay más intereses comunes (entre China y EU) que diferencias, así que la cooperación es la única opción para ambos”, dijo Zhang Yesui, viceministro de Relaciones Exteriores, el domingo antes de la sesión anual de la aprobación del parlamento chino.
“A través de su desarrollo, China creó muchas oportunidades para la economía global e hizo una gran contribución al comercio internacional”, agregó Zhang, un ex embajador en EU.
El aumento de las fricciones comerciales con Estados Unidos será uno de los mayores temas de conversación en la Asamblea Nacional Popular de China, que inicia hoy con el “informe de trabajo” anual del premier Li Keqiang y se extiende hasta el 20 de marzo.
La semana pasada el presidente Xi Jinping envió a Liu He, su principal asesor económico, a Washington en un esfuerzo por sofocar una guerra comercial bilateral. Mientras que Trump anunció aranceles de 25 y 10 por ciento a las importaciones de acero y aluminio el mismo día en que Liu se reunió con altos funcionarios de la administración; la reacción de China fue apagada.
Zhang advirtió el domingo: “No nos vamos a cruzar de brazos y vamos a tomar las medidas necesarias si EU perjudica los intereses de China”. Pero muchos analistas señalan que las medidas punitivas de la administración Trump contra el acero y el aluminio perjudicarán más a los aliados tradicionales de EU que a China.
Según los datos de la ONU, China no se encuentra entre los 10 principales exportadores de acero a Estados Unidos, que importa mucho más de sus aliados Canadá, Corea del Sur y Alemania. El sábado, Trump amenazó con más acciones contra la importación de automóviles europeos.
China exportó aluminio por un valor de 3 mil 100 millones de dólares a EU en 2016, solo detrás de Canadá, pero también una pequeña fracción del comercio bilateral de bienes entre los dos países con valor de 580 mil millones de dólares. “Elevar los aranceles es una forma primitiva e ignorante de lidiar con las disputas comerciales”, dijo Lü Xiang, experto estadunidense en la Academia China de Ciencias Sociales. “Es un desafío para el sistema comercial internacional bajo el marco de la Organización Mundial del Comercio”.
Lü también señaló que la decisión de Trump podría tener como resultado que los aliados de Washington se acerquen a Pekín. “China comparte un interés común con Canadá, Corea del Sur y otros grandes exportadores de acero y aluminio para proteger el comercio mundial”, dijo. “Trump es un factor de riesgo. Existe la posibilidad de grandes conflictos entre China y EU en todas las áreas de la relación, entre ellas el comercio y la seguridad. Necesitamos esperar lo mejor, pero estar preparados para lo peor”.
Después de que la administración Trump impuso aranceles punitivos a las celdas solares de importación en enero, el ministro de Comercio chino dijo que iniciaría una investigación antidumping sobre las exportaciones estadunidenses de sorgo, un alimento para animales.
China importa una cantidad relativamente pequeña de sorgo estadunidense, que principalmente se cultiva en Kansas y Texas. La investigación se interpretó en gran medida como una advertencia en caso de que se produzca una guerra comercial, Pekín podría fijar la mira en las exportaciones de soya estadunidenses, que son mucho más grandes.
Pero los funcionarios de Pekín están conscientes de que cualquier medida punitiva podría perjudicar tanto a los consumidores chinos como a los exportadores de EU. Las asociaciones industriales estadunidenses protestaron que los aranceles de Trump sobre el acero, el aluminio y las celdas solares perjudicarán a más empresas de EU que a las que ayuden.
Información adicional de Lucy Hornby.