En 2017, el peso mexicano recorrió un camino lleno de volatilidad e incertidumbre, lo llevó a romper con cuatro años de números rojos, y se anticipa un panorama similar en este año. La moneda nacional registró una ganancia anual de 4.7%, equivalente a 98 centavos, según cifras del Banco de México (Banxico).
El último viernes de 2017, el dólar cerró en 19.65 pesos, sin embargo, la divisa americana tocó un máximo histórico de 22.03 pesos el 11 de enero y un mínimo de 17.45 pesos el 19 de julio, que llevaron al peso a registrar ganancias superiores a 14% a mediados de año.
¿Qué llevó a nuestra moneda a registrar estos altibajos? Además de las constantes amenazas de Donald Trump, presidente de Estados Unidos (EU), en torno a la construcción del muro en la frontera con México y la política migratoria, Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base, señala cinco factores que generaron una especie de montaña rusa.
El primero es la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), cuya modernización avanza, pero con más diferencias que acuerdos.
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A este evento se le suman la incertidumbre por la reforma tributaria estadounidense; el nerviosismo relacionado con las elecciones presidenciales de julio próximo; el proceso de normalización de la política monetaria de EU y el riesgo que desataron los episodios de inestabilidad política.
Del lado positivo, los factores que ayudaron a la moneda mexicana fueron el repunte de los precios del petróleo, el avance en la consolidación fiscal (reducción de la deuda pública y superávit fiscal) y la mejora en la perspectiva de la calificación crediticia de México por parte de las principales calificadoras.
Entre julio y agosto, a medida que las promesas de Trump no avanzaban como se esperaba, el peso fue ganando terreno, lo que llevó a las agencias internacionales Standard & Poor’s, Fitch y HR Ratings a mejorar la perspectiva crediticia del país de “negativa” a “estable”, lo que se tradujo en un impulso adicional para el peso.
Sin embargo, “la renegociación del TLCAN y la aprobación de la reforma fiscal en EU sometieron a la moneda mexicana a una mayor turbulencia, que regresó al tipo de cambio a los 20 pesos al cierre del año”, destaca Carlos González, director de Análisis y Estrategia Bursátil de Grupo Monex.
[OBJECT] Esta volatilidad impactó en la inflación — cerró el año por arriba de 6.5%— lo que llevó a la Comisión de Cambios, integrada por Banxico y la Secretaría de Hacienda, a poner en marcha el programa de coberturas cambiarias.
Esta especie de salvavidas arrancó en marzo con una suma de 20,000 millones de dólares (mdd), de los cuales, solo se han empleado 5,500 mdd, bajo diferentes plazos.
“Con el objeto de procurar un funcionamiento más ordenado en el mercado de cambios, Banxico aumentará las subastas de coberturas cambiarias liquidables”, señala el banco central, y advierte que “en los próximos meses no se pueden descartar nuevos episodios de volatilidad en los mercados financieros”, comenta el director de Análisis y Estrategia Bursátil de Grupo Monex.
Incertidumbre a la vista
De acuerdo con CI Banco, son viables los embates contra el peso, sobre todo, en la primera parte del año, debido a tres factores: la modernización del TLCAN, los efectos de la reforma fiscal de Trump y los comicios en México.
“Es probable que la moneda se mantenga presionada, quizá superando los 20 pesos por dólar. A pesar de ello, consideramos que la incertidumbre cesará en algún momento del año, ayudando a que el tipo de cambio regrese por debajo de los 19 pesos”, advierte la institución.
El equipo de Análisis de Banorte, comandado por Gabriel Casillas, también considera que la volatilidad será la constante del mercado cambiario. Prevé que el billete verde llegará hasta 21 pesos a mediados de 2018, para terminar el año en 18.60 pesos.
En opinión de Siller de Banco Base, durante el primer trimestre, el mercado búrsatil estará atento a la renegociación del TLCAN: “en todo caso de que se alcance un resultado favorable, el tipo de cambio bajaría hacia 18.50 pesos por dólar”.
Para el segundo trimestre del año, el mercado seguirá de cerca el proceso electoral: “al momento en que el candidato al frente dé continuidad a las reformas estructurales, el peso podría cotizar por debajo de 18 pesos”, menciona la análista de Banco Base.
En la segunda mitad de 2018, el tipo de cambio nacional dependerá de dos eventos: la renegociación del TLCAN y de las elecciones presidenciales, concluye la analista.