En la sesión del 15 del marzo se presentaron al Consejo General del Instituto Nacional Electoral —en un Informe especial— los antecedentes de las experiencias de votación recibida desde el extranjero en las elecciones para Presidente de la República de 2006 y 2012, los modelos de voto a distancia que se utilizaron, así como las recomendaciones que llevó a cabo el grupo de expertos al entonces Instituto Federal Electoral para modificar aspectos del voto de los ciudadanos desde el extranjero y poder incrementar la participación de esos mexicanos que radican, principalmente, en Estados Unidos.
Con la pasada reforma constitucional de 2014 en materia electoral, se incorporaron avances importantes en el modelo de voto de los ciudadanos mexicanos desde el exterior, entre los que destaca la posibilidad de que los electores que radican en el extranjero puedan obtener su credencial del INE. El programa de credencialización lo inició el instituto el 8 de febrero de 2016, a través de un convenio suscrito con la Secretaría de Relaciones Exteriores. La credencialización se ha consolidado paulatinamente como un nuevo derecho que han adquirido los mexicanos migrantes, ya que ahora pueden tramitar su credencial en los consulados de México en Estados Unidos. Pueden utilizar la misma credencial para identificarse tanto en México como en el extranjero y les serviría para votar en las elecciones de 2018. Al activarla, la podrán utilizar para elegir al Presidente de la República, senadores y gobernadores en Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Puebla, Morelos, Yucatán y Ciudad de México.
Hasta el pasado 27 de marzo de este año se tienen registrados más de 309 mil trámites realizados y más de 260 mil credenciales entregadas en el extranjero.
Otro aspecto importante que introduce la reforma constitucional es la posibilidad de que se desarrolló por parte del INE un sistema electrónico que pueden utilizar, eventualmente, nuestros paisanos que deseen votar desde el extranjero.
Al respecto, el artículo 343 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales señala algunos de los requisitos que debe tener el Sistema de Voto Electrónico: ser auditable en cada una de las etapas de su desarrollo e implementación, permitir al votante verificar el sentido de su voto antes de enviarlo, garantizar que quien emite el voto sea el ciudadano mexicano residente en el extranjero que tiene el derecho a sufragar y tener un programa de resultados electorales en tiempo real, público y confiable.
El artículo 13 transitorio de la misma ley, de manera clara, ordena que el Sistema de Voto Electrónico se podrá llevar a cabo una vez que el INE informe públicamente que se ha comprobado que el sistema a utilizar para la emisión del voto cumple con las siguientes condiciones: contar con el dictamen de auditoría de dos empresas de prestigio internacional, en el que se acredite la certeza absoluta del sistema y su seguridad comprobada.
La ley señala que para determinar la adopción de este sistema, el INE deberá realizar la comprobación antes de que inicie el proceso electoral federal de 2018, es decir, antes de septiembre de 2017.
El informe que se presentó ante el Consejo General da cuenta de que el 6 de septiembre de 2016 se integró la Comisión Temporal del Voto de los Mexicanos Residentes en el Extranjero y el 24 de octubre se aprobaron los Lineamientos para el desarrollo del Sistema de Voto Electrónico por Internet para Mexicanos Residentes en el Extranjero.
En este informe se aprecian los desafíos que se encontraron para el desarrollo del modelo y el tiempo para desarrollarlo técnicamente. De acuerdo con la ley correspondiente, realizar una licitación pública internacional llevaría cuatro meses sin considerar las posibles impugnaciones que pudieran presentar los participantes.
Los posibles escenarios que se plantearon para desarrollar el modelo implican una forma de contratación distinta a la licitación y sería la contratación por invitación con un tercero, el desarrollo interno por parte de la Unicom y el desarrollo conjunto con un tercero.
Según se aprecia en el informe, los tres escenarios representan un costo mínimo de más de 70 millones de pesos, considerando las dos auditorías y un máximo de 364 millones de pesos, sin garantizar que con cualquiera de ellos pudiera contarse con los requisitos legales y con el tiempo necesario para su verificación, corrección e implementación para la primera semana de septiembre de 2017.
Por lo expuesto y considerando los tiempos, costos y riesgos, la comisión temporal recomendó que el Sistema de Voto Electrónico por Internet se continúe desarrollando por los técnicos, con mayor tiempo y tomando las mejores decisiones de contratación o de desarrollo interno, pero que para las elecciones federales de 2018 no tenga efectos vinculantes con los resultados electorales.
En la comisión se planteó la posibilidad de probar, sin efectos en los resultados, algún mecanismo alternativo de votación electrónica y se asumió el compromiso de analizarlo, revisarlo y, en su momento, informarlo al Consejo General. Se tendrán que valorar las experiencias exitosas previas.
El modelo definitivo de voto desde el extranjero que se propondrá para 2018 será distinto al de 2012, además de más sencillo, seguro y gratuito. Las áreas técnicas analizarán las alternativas para facilitar la inscripción en la lista de votantes y el envío del voto de forma gratuita. Es importante decir que se presentará un modelo mixto para el voto desde el exterior y se seguirá promoviendo la credencialización en el extranjero.
Desde el INE tenemos el firme compromiso de continuar fomentando la participación política de los mexicanos residentes en el extranjero y estoy convencido de que en la actualidad es una tarea de Estado, más aún frente a la coyuntura de crisis que están viviendo día a día nuestros paisanos en Estados Unidos. Para ellos, ejercer su derecho al voto es incidir en las políticas públicas de su país y de su región, es tener voz para exigir beneficios sociales, servicios y protección, aquí y allá.
*Consejero presidente de la Comisión del Voto de los Mexicanos