La migración de la mariposa Monarca (Danaus plexippus) es uno de los fenómenos naturales más impresionantes que ocurren sobre el planeta, pero se encuentra en riesgo de extinción.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), prevé que esta temporada 2016-2017, la población de las colonias en los santuarios de hibernación en el Estado de México y Michoacán no será mayor al registro pasado 2015-2016 -cuando 140 millones de mariposas se congregaron en 4.01 hectáreas del bosque de oyamel-, debido a los efectos de la tormenta invernal que azotó a la región del 9 al 11 de marzo pasado, y que devastó 54 hectáreas de bosque, matando a más de 6 millones de mariposas, el 7.37 por ciento.
“Los registros del monitoreo de la ruta migratoria y lo que se está observando actualmente en cada uno de los santuarios ocupados por las poblaciones de monarca, nos confirma que sí hubo afectaciones (...) Es preocupante la vulnerabilidad a la que se encuentran las monarca, asociado al Cambio Climático y esta fluctuación de mayor cantidad de frentes fríos y temperaturas más bajas, durante más tiempo, o rachas de viento de velocidades muy grandes”, señaló Gloria Tavera Alonso, directora Región Centro y Eje Neovolcánico de la Conanp, en entrevista con MILENIO.
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En sí misma, la mariposa Monarca no es una especie amenazada; sin embargo, en México, se encuentra en la categoría de riesgo Sujeta a Protección Especial por la Norma Oficial Mexicana 059, mientras que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza reconoce la migración de la monarca como un fenómeno amenazado, debido al drástico descenso de la población de las colonias de hibernación en la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca, al pasar de 18.19 hectáreas durante la temporada 1996-1997 a tan sólo 0.67 hectáreas durante la temporada 2013-2014, la menor superficie ocupada de acuerdo con el monitoreo de las colonias que cada año realiza la CONANP y la organización WWF México.
Se considera que el viaje de 4 mil 500 kilómetros que realizan las Monarca desde el sur de Canadá hasta el Centro de México, es la migración más larga para un insecto, pero su riesgo de extinción aún es latente, a pesar de los esfuerzos que impulsan de manera conjunta México, Estados Unidos y Canadá, desde el año 2015 para recuperarla.[OBJECT]
“En este momento decimos que el fenómeno sigue en estado de riesgo, más no en peligro de extinción, para que sigamos implementando una serie de acciones a fin de aumentar la población a seis hectáreas hacia el 2020”, indicó Tavera Alonso.
La funcionaria federal destacó que a partir de las acciones implementadas en los últimos tres años, a partir de la creación del Grupo de Alto Nivel para la Conservación de la Mariposa Monarca, en el que participan funcionarios y expertos de México, Estados Unidos y Canadá, ha sido posible darle la vuelta a la tendencia de la disminución de la población.
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“De tener un escenario bastante crítico en la temporada 2013-2014 con 0.67 hectáreas, ha ido en aumento la población, después tuvimos 1.13 hectáreas y la última temporada, la 2015-2016 una población ocupando la masa forestal de 4.01 hectáreas (...) Si hubiéramos tenido una altísima mortandad, en esta temporada tendríamos una hectárea, una hectárea y media, todavía no podemos tener certeza, pero no creemos que sean tan enorme la diferencia”, indicó.
Sin embargo, actualmente el cambio climático se presenta como una de las mayores amenazas, por lo que los cambios meteorológicos, las lluvias, frío, vientos y nevadas en el hábitat de hibernación es una de las mayores preocupaciones entre los especialistas.
“Es un tema que va más allá de todos los esfuerzos en relación a la reproducción de monarca, la presencia de asclepias en toda la ruta migratoria, la instalación de jardines de polinizadores, así como una serie de acciones en las que podemos intervenir este trabajo de un grupo colectivo en los tres países”, agregó.
Las principales amenazas para la Monarca en América del Norte son la reducción del hábitat reproductivo en los Estados Unidos debido a la disminución del algodoncillo por el uso de herbicidas y el cambio de uso del suelo; la deforestación y degradación forestal por la tala ilegal en los sitios de hibernación en México y las condiciones climáticas extremas en Canadá, Estados Unidos y México.
El territorio mexicano es parte fundamental de la migración que cada año siguen millones de monarca con la misión de preservar su especie. La gran travesía de este insecto en México, inicia a mediados de octubre desde que cruzan el Río Bravo en la frontera norte hasta que arriban a su refugio de hibernación en el centro del país, durante los primeros días de noviembre.
La mariposa monarca, que ni siquiera llega a pesar un gramo, recorre más de 900 kilómetros a lo largo de 11 estados del país, en los que atraviesa desierto, matorral, bosques de pino – encino y bosque nublado.
Los principales estados del país por donde transita la monarca son Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Zacatecas, Querétaro, Aguascalientes, Guanajuato, San Luis Potosí, Hidalgo, Estado de México y Michoacán, que integran 16 áreas protegidas federales y parques nacionales, así como zonas agrícolas, pequeños poblados y hasta ciudades.
Dichos sitios han sido identificados gracias al esfuerzo de la sociedad civil, de cientos de observadores ciudadanos que a lo largo de los últimos 25 años integran la iniciativa el Correo Real, una red que en una plataforma virtual concentra los registros de los avistamientos de Monarca, lo que ha permitido identificar la ruta migratoria del lepidóptero, así como ubicar los predios donde cada año la mariposa hace escala para dormir y recobrar energía.
REPL
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