En medio de un proceso de adopción marcado por la urgencia y el dolor, cinco hermanos enfrentaban la posibilidad de ser separados por distintas asignaciones familiares. La historia dio un giro inesperado cuando una pareja, sin hijos hasta entonces, decidió adoptar a los cinco juntos. Su decisión no solo evitó una ruptura emocional, sino que dio origen a una nueva familia construida desde el afecto y la resiliencia.
La pareja, que llevaba años esperando una oportunidad para adoptar, se enteró del caso a través de una trabajadora social. Al conocer que los niños estaban a punto de ser distribuidos en distintos hogares, sintieron que no podían permitirlo. "No queríamos que crecieran con la idea de que el amor viene con condiciones", dijeron en una entrevista local. Su gesto se convirtió en símbolo de esperanza para muchas familias en situación de vulnerabilidad.
¿Cómo es la historia de esta familia?
Los niños, de entre 3 y 11 años, habían pasado por distintas casas de acogida y experiencias difíciles. La posibilidad de mantenerse unidos era mínima. Sin embargo, la pareja se preparó emocional y legalmente para asumir el reto. Con apoyo psicológico, asesoría legal y una red de contención comunitaria, lograron formalizar la adopción en menos de un año. Hoy, los cinco hermanos viven bajo el mismo techo, con nuevas rutinas, afectos y oportunidades.
La historia se viralizó en redes sociales, donde miles de usuarios celebraron el acto de amor incondicional. La frase “El amor repara” se convirtió en lema de campañas de concientización sobre adopciones múltiples. Organizaciones civiles destacaron el caso como ejemplo de cómo el compromiso afectivo puede transformar vidas, incluso en contextos complejos.
Actualmente, la familia comparte su experiencia en charlas, talleres y espacios de formación para futuros adoptantes. Su testimonio ha inspirado a otras parejas a considerar la adopción de grupos de hermanos, una práctica que aún enfrenta obstáculos legales y logísticos. “No es fácil, pero vale cada esfuerzo”, afirman. Para ellos, el amor no solo une: también sana.
EF