Salud

De la influenza al coronavirus: la carencia en el sistema de salud

Hace 11 años México sufrió de una crisis sanitaria por la influenza H1N1, sin embargo a más de una década cabe preguntarse: ¿se aprendió la lección?.

Hace 11 años México sufrió de una crisis sanitaria por la influenza H1N1 que desembocó en problemas económicos y sociales, sin embargo a más de una década cabe preguntarse: ¿se aprendió la lección?

Coahuila no fue la excepción en cuanto a que la situación evidenció un déficit de hospitales y de personal médico, lo cual hasta hoy sigue siendo un problema que cobra fuerza ante la propagación del covid-19.

El número de médicos y enfermeras que tiene esta entidad está por debajo de la recomendación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo.

Según un reporte publicado por el Observatorio Ciudadano de La Laguna y que está basado en información de las secretarías de Salud, en Coahuila laboran 1.8 doctores por cada mil habitantes y la recomendación es de 3.2, mientras que en el caso de las asistentes médicas hay 2.8 contra 8.8 por esa misma tasa.

En materia de camas censables también existe una capacidad inferior a la que debería existir, pues la OCDE marca que por cada mil habitantes lo ideal son 4.8 y Coahuila tiene 0.7.

"Hay que recordar que el brote de influenza se dio en México y fuimos el punto cero de esta infección, lo cual obligó al sistema de salud a cambiar todo su esquema de aquel entonces", dice Luis Alfredo Medina, coordinador de Investigación del Observatorio Ciudadano de La Laguna y refiere que todo hace indicar que no se aprendió la lección.

Argumenta que históricamente desde inicios del milenio los recursos otorgados a las entidades federativas en materia de salud eran enviados vía el extinto Seguro Popular que estuvo envuelto por el escándalo de malos manejos en distintos puntos del país.

"En el 2009 ya teníamos un recorrido de incorporación de personas al famoso seguro popular, sin embargo fue más burocrático que efectivo al momento de brindar salud a los mexicanos porque la federación enviaba dinero a los Estados y no gastaban lo que tenían que gastar".

Indica que los más grave del tema fue que tras el brote de influenza humana no existiera una vigilancia puntual de los recursos y al contrario, su gasto irregular aumentó.

"Posterior a la influenza del 2009 no se le dio seguimiento a estos recursos y la construcción de más hospitales, así como la contratación de más médicos y enfermeras, por lo que tenemos un sistema de salud colapsado".

Falta de infraestructura federal

En la última década la infraestructura hospitalaria de la región creció de manera muy baja.

En el caso del sector salud estatal se concretó la construcción de un nuevo hospital general tras varios años, sin embargo en materia federal el IMSS y el ISSSTE presentaron un marginal crecimiento.

"¿Por qué si Coahuila es una entidad con tantos asegurados, es decir, más de 700 mil trabajadores? No tenemos los suficientes recursos e insumos para atender una contingencia que ya se había avisado que iba venir y no pudimos contener", cuestiona Luis Alfredo Medina del Observatorio Ciudadano de La Laguna.

En ese sentido, si se toma en cuenta los registros hemerográficos se da cuenta que en Coahuila apenas una obra hospitalaria de gran calado fue la de un nuevo centro médico en Acuña por parte del IMSS, cuya construcción comenzó el sexenio pasado y sigue sin construir.

En lo que respecta a otras regiones como La Laguna, el olvido de la federación es evidente. La única obra que el Seguro Social tiene en marcha es una Unidad Médica Familiar al oriente de Torreón, pero en este sexenio hay la promesa de concretar nuevos centros hospitalarios para San Pedro, Francisco I. Madero y Matamoros.

Pero las promesas no le sientan bien a esta región. En el sexenio de Enrique Peña Niego uno de los proyectos más "cacareados" fue la construcción de un nuevo hospital del ISSSTE. 

Se anunció que para concretarlo sería mediante un esquema de Asociación Público Privada, pero no se concretó y ahora la gestión de Andrés Manuel López Obrador no se ha pronunciado en torno al proyecto.

"Se habla de que el 50 por ciento de los hospitales inaugurados en el sexenio de Peña Nieto ya no sirven, fueron unidades de elefante blanco que sirvieron para desviar recursos. La pregunta es que una vez que pase la contingencia qué castigos va haber y mecanismos Anticorrupción para que los recursos que utilice el famoso INSABI no vayan a parar de manera ilícita", añade Alfredo Medina y destaca también la necesidad de un replanteamiento en el ejercicio de los recursos estatales.

Refiere que Coahuila y todos los estados tienen problemas para poder atender la demanda de morbilidad en su población y después de esta pandemia cuando el personal médico sea el más afectado, como le vamos hacer para seguir atendiendo a los hospitales

"Cuando revisamos los presupuestos y las partidas que se les da prioridad te diría que en 2019 se le dio mucho más fuerza presupuestaria a dependencias como la Secretaría de Educación y la Secretaría de Finanzas que la de Salud".

Según los registros de la Secretaría de Finanzas de Coahuila, en 2019 se destinaron 2 mil 709 millones de pesos en salud que representa el 5. 9 por ciento de todo el gasto en el estado. La cifra contrasta con los intereses al pago de la deuda pública que son un 10 por ciento de todo el gasto de la entidad.

"Encontramos que la dependencia que más recortes tuvo fue la Secretaría de Salud con 847.2 millones de pesos y se le habían autorizado al comienzo 921. 8 millones de pesos y ejerció 74.8 millones de pesos", concluye.

De la influenza al coronavirus

La alerta por la propagación de la influenza humana estremeció a los mexicanos el 23 de abril del 2009, pues fue cuando el entonces secretario de Salud, José Ángel Córdova, ofreció un mensaje en cadena nacional para dar a conocer diversas medidas extremas ante el virus.

Al día siguiente el presidente Felipe Calderón emitió un decreto en el que estableció la legalidad de esas medidas. El mismo daba cuenta de la suspensión de clases y eventos masivos hasta 7 de mayo. Las oficinas gubernentales también pararon actividades por dos semanas.

En el caso de la Comarca Lagunera los registros de La Opinión revelan en Coahuila para combatir el brote fueron invertidos 20 millones de pesos en la adquisición de equipo diverso para hacer frente a las complicaciones que pudiera dejar en los pacientes ese mal respiratorio.

Las alcaldías, por su lado, pararon actividades en su totalidad por al menos cinco días o redujeron el flujo de personal en sus oficinas.

Así también las 4 mil 950 escuelas de la entidad pararon labores y el retorno de los estudiantes se dio de manera escoltada del entre el 7 y 10 de mayo. La Secretaría de Educación realizó una intensiva labor de limpieza de sus planteles y también difundió un manual entre los directivos sobre las acciones preventivas contra el virus.

Los restaurantes y comercios similares reanudaron con medidas extraordinarias servicios, entre ellas que entre comensales hubiera una distancia de 2.5 metros.

CALE

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