Política

Ramiro Palacios Vela: criticar con humor al poder

Entrevista

En el mundo del periodismo existe una rama especial y punzante que requiere un talento único para desempeñarla con destreza: la caricatura política, y por años, Ramiro Palacios Vela fue el buque insignia de este arte en la ciudad

De mis días de hospital, recuperándome de una oclusión intestinal que por poco me causa la muerte durante la noche del 17 de mayo de 1992, recuerdo a varios amigos que un día sí y otro también me llamaban para “… ver cómo amaneciste”.

Entre esos amigos había uno muy especial, siempre con la sonrisa y la broma fina a flor de labio: Ramiro Palacios Vela.

Ramiro me quedó a deber una caricatura y yo una entrevista para el programa Cambios que varias veces se pospuso. Sin embargo, a reserva de encontrarme con él algún día –cada vez más cercano–, en algún lugar del universo, trataré de imaginar una entrevista en el mencionado metaverso del siglo XXI, con respuestas de Ramiro a preguntas sobre temas que en vida comentamos en más de una ocasión.

¡Hola Ramiro, se te extraña en Monterrey!

¿Qué me dices, arquitecto? Yo sigo soñando a mi ciudad y extrañando a mi familia y a todos ustedes, mis amigos y lectores.

¿Qué es para ti la amistad, querido Ramiro?

Todo… todo, sin ella se desmorona todo, se desdibuja todo, se desaparece todo lo que vale la pena vivir.

Amigos que te conocen y te han tratado más tiempo que yo, me dicen que hay algo que escondes en tu sonrisa y es lo que expresas en tus caricaturas, que no hay “mala leche en tus dibujos”, que eres franco en tus críticas, pero siempre respetuoso y derecho en tus juicios…

Espero merecer esas palabras.

Viendo los extremos y excesos a los que han llegado en los últimos años algunos caricaturistas, de seguir vivo, ¿no quedarías tú en desventaja con respecto a ellos?

Probablemente así sería, pienso que cada caricaturista tenemos nuestra formación y podemos caer en el error de encerrarnos en nuestra ideología.

¿Error por qué, Ramiro?

Porque te encierras, arquitecto y así, por lo general: nada de caricaturas contra el Presidente, gobernador o algún funcionario, tú mismo te metes en una celda de compromisos que te limita y te lleva a la autocensura tarde o temprano, sobre todo en la caricatura política y eso te lo nota y rechaza el lector. Y entonces, ya desde antes sabes a quién sí y a quién no le harás la caricatura en forma negativa, por lo general nunca al Presidente, gobernador o alto funcionario. El lector es muy inteligente, te identifica de inmediato con un partido político o la ideología del poder en turno.

¿Y todo aquello de Albert Camus, de la literatura y periodismo de compromiso?

Era otro el contexto, se vivía una Guerra Mundial y se tenía la amenaza del totalitarismo a escala global. Ninguna ideología debe coartar el compromiso de libertad que tienes contigo mismo, tus lectores, si eres un caricaturista que hace periodismo. O eres periodista y criticas parejo, o eres activista y te conviertes en propagandista.

Días después de haber sido dado de alta –junio de 1994– visité a Ramiro en su estudio para agradecerle sus atenciones durante mi estancia y convalecencia en el hospital.

Me contó que junio era un mes de buena suerte, ya que en junio de 1952 le habían publicado su primer cartón.

Dejo en manos de don Salvador Meza, amigo y compañero de Ramiro durante más de 40 años, el cierre de este texto:

“La obra de Palacios es completa, es su vida misma, su fuerza para combatir en las filas del siempre difícil arte del diarismo gráfico. He conocido a los ilustres García Cabral, Freyre, Carreño, Bonilla, Quezada y Rius. Todos ellos verdaderos estelares en el escenario de la caricatura. Ramiro Palacios Vela está entre ellos”.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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