Cuando las democracias existentes en el mundo no ofrecen respuestas a muchas de las expectativas de los ciudadanos, surgen liderazgos autoritarios —tanto de derecha como de izquierda—, algunos de los cuales se pueden identificar como parte de la ultraderecha, aseveró Sergio Ortiz Leroux, doctor en Ciencias Sociales.
Para el académico, la emergencia de esta posición ultra en el escenario político global se da como parte de un horizonte de desencanto de las democracias; por ejemplo, en los gobiernos de Estados Unidos y Argentina —entre otras cosas, expresó, por su conservadurismo y pulsiones antidemocráticas—, aunque también en ciertos sectores mexicanos, en este caso, como reacción, “por una parte, al movimiento lopezobradorista y, por otra parte, a movimientos progresistas”.
Ante este panorama, Ortiz Leroux platicó con MILENIO para abordar algunos aspectos de la ultraderecha: las características que la conforman, de qué manera se diferencia de la derecha, así como su presencia en la política mexicana actual y del siglo pasado.
Libertad e igualdad
En primer lugar, el académico explicó que la distinción, en términos históricos e ideológicos, entre derecha e izquierda “atiende a dos valores centrales de la modernidad”: la libertad y la igualdad.
“Hay que entender la derecha en oposición a la izquierda, mientras que la derecha se ocupa esencialmente del problema de la libertad, la izquierda, en cambio, se ocupa del problema de la igualdad".
No obstante, señaló que “habría que reconocer que no existe una sola derecha, así como tampoco existe una sola izquierda”.
"Podemos identificar derechas democráticas, como sería, por ejemplo, la democracia cristiana, y podemos encontrar derechas antidemocráticas, como serían distintas formas de dictadura que han existido en la historia y en América Latina”.
“Asimismo, podemos encontrar derechas liberales que hacen suyo el programa político y económico del liberalismo y, al mismo tiempo, derechas antiliberales, a las que se identifica como derechas no liberales, reaccionarias o conservadoras".
¿Qué es la ultraderecha y qué la distingue?
Para Ortiz Leroux, también autor de libros como El debate del pensamiento político contemporáneo o En defensa de la República, la ultraderecha se caracteriza por ser antidemocrática y antiliberal.
"Cuando hablamos de ultraderecha estamos haciendo alusión a un tipo de derecha que es, al mismo tiempo, antiliberal, es decir, que es conservadora, y antidemocrática, es decir, que es autoritaria”.
Respecto a la forma en que se puede diferenciar la ultradercha de la derecha, el especialista aseveró que esta última sí “puede hacer suyas algunas demandas democráticas y algunas políticas morales propias del liberalismo”.
"En el caso de una ultraderecha, podríamos identificar una vocación antidemocrática que la podría hacer defensora de formas autoritarias, incluso dictatoriales de ejercer el poder".
"También, podemos encontrar una agenda antiliberal en el sentido de que los mecanismos de regulación y control del Estado propios del liberalismo: división de poderes, imperio de la ley y democracia representativa no aparecen en la agenda de la ultraderecha, así como tampoco el conjunto de libertades cívicas y morales”.
¿Qué es un gobierno democrático?
De acuerdo con Robert Dahl, en su libro 'La poliarquía: Participación y oposición', un gobierno democrático se caracteriza fundamentalmente por su continua aptitud para responder a las preferencias de sus ciudadanos, sin establecer diferencias políticas entre ellos. Para que esto ocurra, el autor señala que los ciudadanos deben tener igualdad de oportunidades a fin de que se cumplan tres condiciones mínimas: 1. Formular sus preferencias. 2. Manifestar públicamente dichas preferencias entre sus partidarios y ante el gobierno, individual y colectivamente. 3. Recibir por parte del gobierno igualdad de trato, es decir, este no debe hacer discriminación alguna por causa del contenido o del origen de tales preferencias.
En ese sentido, el experto añadió que la ultradercha está regularmente emparentada con sectores católicos sumamente conservadores, los cuales, dijo, reprueban las iniciativas de movimientos progresistas.
"La ultraderecha suele estar asociada a organizaciones, partidos y movimientos abiertamente católicos con un fuerte conservadurismo moral, ajenos o contrarios a cualquier forma de intervención del Estado en la vida pública; críticos de la economía mixta, del carácter laico, es decir, de la separación entre el Estado y la Iglesia".
"Por tanto, son críticos, al mismo tiempo, de lo que ahora se denomina una agenda progresista, es decir, una agenda asociada a la nueva generación de las libertades, donde podríamos identificar las demandas defendidas por el feminismo, el tema de género, la agenda de la eutanasia, de minorías sexuales o de derechos reproductivos, que no están en el horizonte de la ultraderecha”.
Un movimiento político e ideológico que no es reciente en México
Ortíz Leroux enfatizó que “si bien en los últimos años hemos encontrado diferentes grupos y personajes que se identifican política e ideológicamente con la ultraderecha, habría que señalar que no es un fenómeno nuevo, pues en la historia de México podemos identificar distintas expresiones, partidos políticos, movimientos, sectores sociales, publicaciones, corrientes intelectuales que bien podrían ser identificadas como de ultraderecha”.
“Por ejemplo, en la década de los treintas (del siglo XX), surgió la llamada Unión Nacional Sinarquista (UNS), la cual es, en muchos sentidos, expresión de un grupo conservador que actuó en su momento como una forma de reacción frente a las políticas de izquierda y las políticas laicas, fundamentalmente del gobierno de Lázaro Cárdenas. Desde entonces, podemos ubicar grupos políticos de ultraderecha en México”.
“Más tarde, esos grupos cristalizaron en un partido político, no solo de derecha, sino de ultraderecha; vale la pena hacer la distinción entre el Partido Acción Nacional (PAN), que es un partido de derecha, y el Partido Demócrata Mexicano (PDM), de filiación sinarquista, que existió en la vida pública mexicana de 1975 a finales del siglo XX (1994), y era una organización que ideológicamente era conservadora, antiliberal y defendía en lo que, en muchos sentidos, podríamos llamar de ultraderecha”.
¿Qué es la Unión Nacional Sinarquista?
En su artículo 'Entre el polvo pueblerino y los salones de ciudad: Registro fotográfico del surgimiento de la Unión Nacional Sinarquista (UNS)...', Tania Hernández Vicencio señala que esta organización fue fundada en 1937 por un sector del catolicismo mexicano, particularmente del Bajío, centro y occidente del país. Sus miembros consideraban que era posible instaurar el reino de Dios en la tierra y defendían un proyecto basado en el nacionalismo católico. Asimismo, la autora expresa que, si bien la UNS experimentó con la formación de algunos partidos políticos, el movimiento social fue el que persistió como expresión política y cultural, manteniendo una importante presencia hasta nuestros días, básicamente en los mismos territorios.
De igual forma, el especialista señaló que otro ejemplo de una organización de ultraderecha es El Yunque, que es “una suerte de sociedad secreta ultracatólica y anticomunista” de la que se volvió recurrente hablar “durante los gobiernos de Fox y de Felipe Calderón, la cual tuvo su forma de expresión en el Bajío”.
¿Qué es El Yunque?
De acuerdo con información de Pedro Dominguez, El Yunque es una organización que se formó por un grupo de católicos en los años 50, y se incrustó en el Partido Acción Nacional (PAN), desde donde creó cuadros políticos, organizaciones civiles y educativas para incidir en la vida nacional frente a las ideas más liberales que surgían en el mundo. Su auge llegó con el triunfo de Vicente Fox en el año 2000, donde muchos de los simpatizantes lograron obtener puestos a nivel federal y de esta manera fortalecer la organización a través del poder político.
La ultradercha en la política mexicana actual
Para finalizar, en cuanto a un escenario actual, Ortiz Leroux expresó que “una expresión de la ultradercha en México es el Movimiento Viva México”, liderado por el actor y empresario Eduardo Verastegui —quien en 2024 no consiguió la candidatura independiente a la presidencia que pretendía—, el cual busca cumplir los requisitos formales para constituirse como un partido político legal, a fin de participar en las elecciones intermedias de 2027.
"(Verastegui) ha defendido publicamente una agenda de extrema derecha en México, una agenda antiaborto, en contra de la eutanasia, en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo o del derecho de las familias homoparentales de adoptar a un niño", comentó.
Asimismo, el académico apuntó que otro “espacio donde se abrió la discusión sobre la ultraderecha en nuestros días en México fue cuando se hizo el llamado relanzamiento del PAN (Partido Acción Nacional)”.
“Pusieron un nuevo lema, ya no es la idea de la patria ordenada, que era el lema histórico del PAN, ahora defienden un lema que se llama 'patria, familia y libertad', que en muchos sentidos ha sido asociado con movimientos ultraconservadores, es un tema que está abierto”.
“(El PAN) parece ilustrar que será un partido que abiertamente será de derecha, hablan de una derecha social que defiende libertades económicas, políticas, que defiende la vida desde la concepción, es decir, que se encuentra en contra del aborto; pero también es un partido que en su agenda defiende la democracia”.
Así, el académico opinó que no es posible, por ahora, ubicar al PAN como parte de la ultraderecha, a propósito de su nuevo lema; sin embargo, aseveró que el partido sí reafirmó en su relanzamiento que está ubicado en la derecha.
“El relanzamiento del PAN abre la discusión, no sabemos a ciencia cierta, es demasiado pronto para hacer un balance si este partido se colocara en una derecha conservadora, lo que sí es transparente es que se ubicaran en el hilo de la derecha”, finalizó.
IYC
