El legislador Gerardo Fernández Noroña acudió a la Antigua Sede del Senado, la Casona de Xicoténcatl, donde se exhiben los retratos de quienes han presidido la Cámara de Senadores y donde posteriormente se incluirá su pintura. El morenista aseguró que la develación de su retrato no es un acto de vanidad, sino un reconocimiento institucional e histórico.
“No es un acto de vanidad. Aquí va a estar mi retrato. Ya debería estar ahí porque pospusimos su develación por sensibilidad, por toda la tragedia que hubo con la fuerza de la naturaleza. Y andan haciendo intriga con el tema”.
Recorrido por los salones
En el salón Luis Donaldo Colosio, Fernández Noroña mostró los cuadros de ex presidentes del Senado como Santiago Creel, el fallecido Miguel Barbosa, y otros políticos a quienes calificó como “hampones”, entre ellos Gil Zuarth y Diego Fernández de Cevallos. También destacó la presencia de Martí Batres, primer presidente del Senado del movimiento de Morena en 2018, así como de Olga Sánchez Cordero, Alejandro Armenta y Ana Lilia Rivera.
En el salón de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), recordó que fue con Ricardo Monreal cuando se mandaron a hacer los retratos de sus presidentes, elaborados por la artista plástica Aurora Argüelles, con un costo inicial de 17 mil pesos. “Ahora valen 27 mil, ¿eso lo decido yo? Eso lo decide la artista”.
Retratos y polémica
El legislador defendió su derecho a estar en la galería de ex presidentes de la Mesa Directiva:
“¿Tengo derecho a estar ahí? Absolutamente. ¿Es un acto de vanidad? No, es un acto institucional, histórico. Ahí quedará para quienes hemos tenido el privilegio de presidir la Mesa Directiva”.
En redes sociales, compartió que las pinturas de Ernesto Cordero (PAN) y Pablo Escudero (PVEM) costaron 77 mil 777 pesos hace una década, mientras que la de Raúl Cervantes nunca se realizó porque el senador no lo quiso.
Fernández Noroña concluyó su recorrido acusando a la oposición de “intrigar” sobre el tema:
“Son una pandilla de intrigantes esos de la derecha”.
LG