Incluso la gente de una trayectoria profesional muy destacada, cuyas actividades públicas día a día son difundidas, tienen un lado personal, una vida y una historia que los marca como individuos, que define su destino con lados muy agradables y con momentos de dificultades. En esta ocasión Myrna Araceli García Morón, actual presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), nos cuenta un poco de sus orígenes.
¿Quién es Myrna García?
Soy una hija muy esforzada, muy disciplinada, como la mayoría en las familias mexicanas. Mi padre es un hombre muy trabajador que tuvo su carrera trunca y eso le dificultó para poder encontrar un mejor trabajo con mejores ingresos. Viene de un municipio rural y tenía la responsabilidad de cuatro hijos.
Mi mamá es una mujer maravillosa que, como tradicionalmente tenían, y en muchos casos todavía tienen las mujeres, la responsabilidad del cuidado de sus hijos y el cuidado de su casa. Nosotros somos cuatro hermanos, y nos hicieron personas con una formación a prueba de valor. Al primer ejercicio que yo hiciera que pudiera ser incorrecto, estaba mi papá ahí al lado como un avatar subrayando valores de honestidad, responsabilidad y esfuerzo.

¿Cómo fue tu formación académica?
Durante toda mi vida, hasta la licenciatura, estudié en escuelas públicas. Tengo la experiencia de que una vez llegué a una entrevista de trabajo, proveniente de la Universidad Autónoma del Estado de México, de la Facultad de Derecho con promedio de 9.6, y me dijeron “¡ay, pero es de la universidad pública!”. Te sorprendería saber dónde fue. Yo reunía todos los requisitos y aunque tenían la creencia de que las de escuelas privadas poseían en automático mejores conocimientos, exigí la oportunidad de la entrevista y de todas las pruebas. Al final ahí me quedé un par de años en el Poder Judicial de la Federación.
Posteriormente, debido a la flexibilidad de horarios hice posgrados en privadas, que por supuesto también son buenas. Eso me permitió conformarme en la vida profesional.
No te rindes a la primera ¿De dónde viene esa actitud?
¡Por eso fui abogada!, porque hasta a mi papá le rebatía cuando no se respetaba una regla que él mismo había establecido; por ejemplo la hora permitida para llegar a casa, yo pedía fundamentación y motivación (risas). Soy amante de la defensa de las personas y de los cumplimientos de verdad.

Mi abuelo decía “mira, tú puedes ser el mejor abogado, el mejor doctor, y de ingresos te puede ir muy bien. ¿Pero sabes qué es lo más importante?, que seas buena persona”, y eso ocurre cuando eres empática con los demás y no te olvidas, y compartes con alguien que tiene una situación menos favorecida que la tuya. Si tú pierdes de vista eso, estás perdido como ser humano.
Tu formación, evidentemente, humanista
Así me siento realmente. Creo en la conformación, en los conceptos de la felicidad, en los constructos de la paz. Me parece que debemos tener una actitud coherente y positiva para disfrutar la vida, porque si no, vas llevando tantas emociones negativas, encontradas, que aparte del egoísmo, por eso se dan los usos indebidos del poder. Las personas que son equilibradas se nota, en su vida personal y en la profesional.
En ese equilibrio, ¿un funcionario debe ser feliz para hacer bien su trabajo?
Debe ser buena persona y eso implica tener buenos principios y buenos valores para atraerlos y para reconocerlos en los demás, y claro, debe fluir en espacios donde dé felicidad y equilibrio.
Las tradiciones nos unen y dan identidad, las mujeres de Oaxaca lo saben y lo llevan hasta donde se encuentren. Nezahualcóyotl es una tierra de grandes migraciones y composiciones multiculturales. pic.twitter.com/E9KjNzTZpx
— Myrna García (@MyrnaGarciaMx) September 26, 2021
¿Qué espacios te das a ti misma para esa estabilidad?
Sobre todo ahora, con la pandemia, todos tenemos grandes cosas que aprender y recapacitar y reflexionar. Procuro una gran comunicación con mi esposo, nos levantamos muy temprano a caminar, correr, practicar yoga, dependiendo del tiempo. Diario nos tomamos un café, platicamos.
Debemos hacer cosas que te hagan sentir bien, ser feliz. La meditación es algo aprendí hace un par de años por un acontecimiento que marcó un cambio en mi vida y fue un refugio maravilloso. Dice Santa Teresa que en la soledad y el vacío encontrarás lo que buscas.
Cuéntanos de algunos otros gustos personales, ¿cocinar, por ejemplo?
Me encanta cocinar y procuro tener tiempo para ello, aunque luego mi esposo es muy considerado y me dice, si quieres te invito a comer algo. Sin embargo sí paso la prueba del arroz (risas)
Pero tienes la receta... de los chiles en vinagre
¡Pero es secreta, no te la puedo compartir! (más risas), me la compartió mi suegro y la receta viene desde su abuelita. Me hizo jurar ante la Biblia que les voy a preparar, les puedo compartir, pero no puedo decir. Pero te puedo decir algo así como la receta de los arrocitos, que los lavas uno por uno... y etcétera. (risas).
KVS