La presidenta Claudia Sheinbaum anuncio que la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas se llevará a cabo de manera gradual, hasta lograrse en su totalidad en el año 2030. Además, adelantó que no se reducirán los salario ni las prestaciones a los trabajadores.
En la conferencia mañanera de Palacio Nacional, el secretario del Trabajo y Previsión Social, Marath Bolaños sostuvo que ha habido diálogo entre empleadores y trabajadores, así como sus representantes, para que de manera paulatina, durante el sexenio, se cumpla el compromiso hecho por la mandataria.
“La reducción de la semana de trabajo tendría que ser el resultado de un amplio consenso, construido a partir de la escucha, del diálogo social y de la colaboración. Para ello, nos instruyó al equipo de la Secretaría del Trabajo, a organizar una serie de foros de mesas de trabajo a lo largo y ancho del país. Así, desde mediados del mes de junio y hasta finales de noviembre, en un periodo de cerca de cinco meses realizaron más de 40 mesas de trabajo con la participación de más de 2 mil representantes en estos ejercicios de diálogo”, explicó.
También, detalló que se evaluaron las experiencias previas en otros países del mundo y los estudios realizados al respecto, así como aquellos hechos en la Organización Internacional de Trabajo, junto con múltiples especialistas. Todos apuntan que reducir la semana laboral trae beneficios, no sólo para las y los trabajadores, sino también para las unidades económicas y para la economía.
“En general, la reducción de la jornada produce aumentos en la productividad, fortalece la cuestión social en los países en donde es instrumentada, al igual que produce múltiples beneficios en la salud de las y los trabajadores”, comentó.
Entre los beneficios de la salud, se encuentran la reducción de la fatiga y con ello de los accidentes laborales; un mayor equilibrio entre la vida personal, familiar y laboral; la reducción del riesgo de padecimiento de enfermedades del corazón, así como mejoras del autocuidado, como en la alimentación, la activación física, el descanso, la socialización, entre otros.
A través de la reforma se establecerá a nivel constitucional, así como también en la Ley Federal de trabajo, una jornada laboral de 40 horas semanales. Esta reducción, advirtieron, no podrá implicar reducción de sueldos, ni de salarios, ni de prestaciones.
Asimismo, por primera vez, se establecerá la prohibición de que los menores de edad trabajen horas extras, así como una implementación gradual y paulatina, hacer una reforma legal y constitucional, desde su presentación y durante el transcurso del 2026.
No obstante, advirtieron que la propuesta deberá ser analizada y aprobada, aprobada por el Congreso de La Unión, y en el caso de las modificaciones constitucionales, por los congresos de las entidades federativas, aunque se espera que el próximo año entre en vigor.
“Esta reducción no puede ser de un momento a otro, además, atendiendo con ello, la recomendación de convenio 116 de la OIT, en donde se puedan hacer de manera paulatina estos cambios, integrándolos de manera también progresiva. Esto nos da oportunidad de qué avancemos año con año en una reducción de dos horas a partir del año 2027, para alcanzar las 40 horas en el enero del año 2030”, anunció.
LP