Grecia Quiroz rindió protesta como alcaldesa de Uruapan, Michoacán, en sustitución de su esposo, Carlos Manzo, a cuatro días de su asesinato en la plaza principal de ese municipio.
En medio de un fuerte operativo de seguridad, Quiroz García llegó a Morelia a bordo de una camioneta negra blindada y escoltada por dos vehículos de la Guardia Nacional que la acompañaron hasta el Congreso del estado, donde rápidamente fue dirigida a una entrada alterna.
“Trae la seguridad que su marido no tenía”, señaló una persona que observaba el operativo.
Durante su arribo a la sesión extraordinaria del Congreso, donde rindió protesta al cargo que cumplía su esposo, la Guardia Nacional y un centenar de policías estatales vigilaron los alrededores del centro de Morelia.
Consternada, Quiroz ingresó al recinto con la foto de Manzo y un sombrero, y tomó el micrófono para llamar a la ciudadanía a seguir en la lucha de su esposo, pues prometió que ella continuará su legado.
“Hoy también vengo con este valor que él me enseñó, con esa entereza con la que él se levantaba todos los días a luchar, a combatir, a alzar la voz, a gritar, a pedir auxilio por nuestro municipio, por nuestro estado de Michoacán, por nuestro México.
“Hoy este legado de Carlos Manzo está más fuerte que nunca, a este Movimiento del Sombrero no lo callaron y no lo callarán, porque aquí sigo, firme, con convicción que me enseñó, con esa lucha incansable. Él no quedará en el olvido, se llevaron un héroe, se llevaron un gran líder, un líder que jamás quedará en el olvido", señaló.
En total, 38 diputados de 40 votaron a favor, ninguno fue en contra del relevo en una rápida sesión donde hubo reclamos a los gobiernos federal y estatal.
“Qué triste y desafortunado; tuvieron que arrebatarle la vida a Carlos Manzo para que ahora sí quieran mandar seguridad y blindarnos. Qué triste, porque él lo gritó, pidió auxilio una y otra vez, temía por su vida, la de sus hijos y la mía, y jamás le hicieron caso.
“Sus manos se fueron limpias en todos los sentidos, jamás pactó con nadie, su lucha fue limpia y transparente”, expresó con lágrimas y la voz entrecortada, mientras diputados morenistas la observaban en silencio.
En contraste, los gritos venían de la zona de invitados, pues integrantes del Movimiento del Sombrero, que encabezaba Manzo, prometieron que la van a proteger.
“No estás sola” y “ni un paso atrás” fueron las arengas.
Carlos Tafolla, el único diputado independiente del Movimiento del Sombrero, también manifestó su apoyo a la nueva edil.
“Grecia, cuentas con los uruapenses, con los michoacanos, con México y con muchos líderes mundiales; te vamos a proteger y a acompañar”, apuntó, y añadió “cuando callen mi voz, mi pueblo hablará por mí”.
En menos de una hora se llevó a cabo la toma de posesión en el Congreso y quienes apreciaban a Manzo tomaron la palabra.
“Hoy vengo bajo de tono por respeto a Grecia. Los malos no son los partidos, son los pinches delincuentes”, lanzó Guillermo Valencia, diputado y líder local del PRI, quien se dijo de los únicos “dos o tres amigos” que Manzo tenía en el Congreso.
Así como llegó, en medio de un fuerte operativo de seguridad conformado por entre 12 y 15 elementos de la Guardia Nacional, Quiroz regresó a Uruapan a bordo de la misma camioneta blindada. A diferencia de su esposo, no portó chaleco antibalas.
Hasta el momento, se desconoce si también la policía municipal custodiará a la alcaldesa, tal como lo hacía con su esposo.
Poco después de las 6 de la tarde, la camioneta donde se trasladaba la edil arribó al palacio municipal de Uruapan, pero al ver a los medios de comunicación prefirió dirigirse a las oficinas del Movimiento del Sombrero, a unas cuadras, donde permaneció hasta las 8 de la noche, cuando se retiró a su domicilio, custodiado por el Ejército.
Las dos marchas contempladas en Morelia en memoria de Manzo fueron suspendidas de última hora. Una iba a partir de la Facultad de Derecho de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y otra de la salida a Pátzcuaro.
La primera en ser pospuesta, aunque sin nueva fecha, fue la de los estudiantes sin razones precisas, y la segunda obedeció a la falta de respuesta a la convocatoria.