La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó la muerte de 17 internos durante un motín en el penal de Cadereyta, y exigió al Gobierno de Nuevo León iniciar una investigación transparente sobre el uso de la fuerza letal por parte de los agentes policiacos.
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A través de un comunicado, el organismo internacional criticó la ausencia de medidas de seguridad al interior de los centros penitenciarios, lo que impide garantizar a los reos “su derecho a la vida y a la integridad”.
Respecto al uso de la fuerza letal, la CIDH recalcó que el deber del Estado Mexicano es verificar la legalidad del acto, por lo cual pidió a la autoridad realizar las indagatorias correspondientes una vez que se tengan los resultados de las necropsias de los fallecidos.
"La CIDH recuerda que los cuerpos de seguridad solamente pueden recurrir al empleo de armas letales cuando sea estrictamente inevitable para proteger una vida y cuando resulten ineficaces medidas menos extremas”, expresó el organismo.
"Cuando tenga conocimiento de las consecuencias letales derivadas del uso de armas de fuego por parte de fuerzas de seguridad, debe iniciar de oficio y sin dilación una investigación seria, imparcial, efectiva y abierta al escrutinio público", cita el documento.
La comisión agregó que en su Informe sobre la Situación de Derechos Humanos en México, destacó que la inseguridad y diversas condiciones al interior de las cárceles provocan un clima de violencia entre los reclusos.
En ese sentido, la CIDH hizo énfasis en que es responsabilidad de los estados implementar acciones concretas para evitar dichas situaciones, a través de la prevención del ingreso de armas y el control de la actividad de los grupos criminales.
El pasado 9 de octubre, un grupo de internos comenzó un motín en el Cereso de Cadereyta, y al día siguiente se desencadenó una protesta contra la dirección del penal, que además de los 17 muertos, dejó 40 lesionados, incluidos dos policías.
Según información oficial, un grupo de reclusos habría tomado como rehenes a tres guardias, ante lo cual decidieron usar la fuerza letal para salvar sus vidas.
